La plaga del fentanilo recorre el territorio estadunidense y tras ella deja una estela de muerte, especialmente entre los jóvenes, que año tras año se incrementa. Es impresionante que el gobierno de Estados Unidos nada haga para combatir ese flagelo; se lava las manos y se limita a culpar a terceras naciones, mientras el número de adictos y de fallecidos crece permanentemente.
La Organización Mundial de la Salud informa que “a nivel mundial pueden atribuirse al consumo de drogas unas 500 mil muertes. Más de 70 por ciento de ellas están relacionadas con los opioides (entre ellos el fentanilo) con 30 por ciento específicamente causadas por sobredosis. Su consumo sin fines terapéuticos, prolongado, indebido o sin supervisión médica, puede generar dependencia y otros problemas de salud. Debido a sus efectos farmacológicos, los opioides pueden provocar dificultades respiratorias y una sobredosis puede llevar a la muerte”.
En la mañanera de ayer se conoció información al respecto: “según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, de 1999 a 2019 murieron más de medio millón de estadunidenses por sobredosis con opioides; sólo en 2022, cerca de 70 mil personas fallecieron a causa de sobredosis de fentanilo en ese país”.
Sólo para dar una idea, en la invasión de Estados Unidos a Vietnam murieron aproximadamente 58 mil soldados estadunidenses; en la guerra contra Irak, cerca de 4 mil 500, y en los 20 años que los gringos permanecieron en Afganistán, alrededor de mil 500. En cambio, sólo en 2022, 70 mil personas de esa nacionalidad perecieron a causa del fentanilo, pero el gobierno de aquel país simplemente avienta la papa caliente mientras el consumo y los fallecimientos avanzan.
La información divulgada en la conferencia presidencial detalla que durante la actual administración “en México los decomisos de drogas sintéticas han aumentado significativamente respecto a los sexenios pasados; se incrementaron en mil 49 por ciento los decomisos de fentanilo respecto al periodo 2014-2018; los de metanfetamina, 128 por ciento comparado con el periodo 2008-2012 y los de cocaína 628 por ciento comparado con lo realizado entre 2008 y 2012. El desmantelamiento de laboratorios clandestinos ha aumentado 58 por ciento respecto al periodo 2008-2012. Tan sólo de 2019 a 2022 se han asegurado mil 256 toneladas de precursores químicos de drogas”.
Algo más: “falso, que el gobierno de México protege a los cárteles. En lo que va de la actual administración, el gobierno ha detenido a 68 mil 944 personas involucradas en el presunto trasiego de drogas, 136 por ciento más que en el periodo 2014-2018, de los cuales destaca la detención de 22 líderes, siete de ellos del cártel del Pacífico, incluido Ovidio Guzmán, y seis del cártel Jalisco Nueva Generación.
Al respecto, el presidente López Obrador detalló: “es notorio que el fentanilo para droga, para el narcotráfico, se ha estado combatiendo y ha crecido muchísimo el número de decomisos, como nunca. Es importante que se sepa que un kilo de fentanilo equivale a un millón de dosis y se han decomisado seis toneladas en el tiempo que llevamos. Como nunca”.
El mandatario subrayó: “estamos haciendo mucho en México, pero los políticos republicanos y algunos también demócratas no han hecho nada. No están haciendo su trabajo los legisladores de Estados Unidos. Allá se distribuye esta droga y no se sabe de decomisos y detenciones; ni siquiera hay difusión en los medios informativos del daño que causa el fentanilo en Estados Unidos, pero se les hace fácil culpar a México por politiquería, por hipocresía, y se han atrevido a decir que si nosotros no controlamos la entrada de fentanilo a Estados Unidos van a presentar una iniciativa para que su ejército detenga a los narcotraficantes mexicanos, violando nuestra soberanía, y eso jamás lo vamos a permitir”.
Las rebanadas del pastel
Otra raya al tigre: “autoridades de Estados Unidos informaron que el ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, fue sentenciado a nueve años de prisión por aceptar más de 3.5 millones dólares en sobornos y usarlos para comprar propiedades de manera fraudulenta en ese país”. En 2006 “fue considerado precandidato del PRI a la Presidencia de la República” ( La Jornada, Gustavo Castillo). Así es, mandatario estatal en tiempos de Zedillo y Fox; “precandidato” con Calderón; presidente municipal de Matamoros y diputado federal con Salinas, y, aunque era un secreto a voces, “nadie supo nada” (versión oficial).
Twitter: @cafevega
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