Cuba recuperó su esencia como uno de los máximos protagonistas del llamado rey de los deportes. Después de un inicio de torneo complicado, la selección caribeña ha encontrado ritmo y se convirtió en la primera en clasificar a las semifinales del Clásico Mundial de Beisbol, instancia que no disputaba desde hace 17 años.
Con un ataque liderado por Yoelkis Guibert, los cubanos vencieron 4-3 a Australia en el Tokyo Dome, en Japón, para sellar el primer pase a la antesala de la final.
Así, Cuba retornó a las semifinales del certamen desde 2006, cuando tuvo su mejor participación y se enfrentó en el juego definitivo ante un Japón que en ese entonces se proclamó campeón. Desde esa edición, los caribeños no habían logrado superar la segunda ronda del torneo.
El camino de los cubanos en este Mundial ha sido complejo. Iniciaron con dos derrotas en el Grupo A y lograron clasificar a los cuartos de final al ser beneficiados por un criterio de desempate.
Ahora viajarán de Tokio a Miami, donde enfrentarán el 19 de marzo al ganador de la tercera llave de los cuartos de final, donde por el momento sólo está clasificado Venezuela en espera de su rival.
La quinta entrada fue clave para los isleños. Con las bases llenas, Alfredo Despaigne rompió un empate 1-1 con un elevado de sacrificio para que Roel Santos llegara a home y le diera la ventaja a los dirigidos por Armando Johnson.
Guibert se encargó de cerrar ese episodio al impulsar dos carreras con un sencillo al jardín izquierdo y dejar la pizarra en 4-1. Apenas una entrada después, los australianos reaccionaron cuando Rixon Wingrover pegó un jonrón para remolcar a dos corredores, pero los cubanos resistieron con gran labor de los lanzadores Livan Moinelo y Raidel Martínez.
En la noche del martes, Venezuela concretó su pase a los cuartos de final como líder del Grupo D, siendo la primera vez en su historia que encabeza un sector, después de imponerse por 3-0 ante Nicaragua en el LoanDepot Park, en Miami.
Los sudamericanos avanzaron invictos, pues también derrotaron el miércoles por 5-1 a Israel en el último duelo de su grupo, con una gran actuación de Jesús Luzardo en la lomita, que permitió tan sólo cuatro imparables en cuatro entradas sin recibir carreras.