Madrid. Un modelo desarrollado en Cambridge permite predecir la cantidad de agua que puede almacenar un planeta rocoso en sus depósitos subterráneos, disuelta en minerales que la atrapan como esponjas.
Se cree que esta agua, que está encerrada en la estructura de los minerales en el fondo, podría ayudar a un planeta a recuperarse de su ardiente nacimiento. Sus resultados podrían ayudarnos a comprender cómo los planetas pueden volverse habitables después de un intenso calor y radiación durante sus primeras etapas.
Asismismo, se piensa que los planetas que orbitan estrellas enanas rojas de tipo M, la más común de la galaxia, son uno de los mejores lugares para buscar vida extraterrestre. Sin embargo, estos astros tienen años de adolescencia particularmente tempestuosos, liberando intensos estallidos de radiación que destruyen los planetas cercanos y eliminan el agua de su superficie.
La nueva investigación, publicada en Monthly Notices, de la Sociedad Real Astonómica, muestra que el agua interior podría ser una forma viable de reponer la superficial líquida una vez que la estrella anfitriona de un planeta haya madurado y atenuado. El líquido probablemente habría sido traído por los volcanes y liberado gradualmente como vapor a la atmósfera, junto con otros elementos que dan vida.