Luego de que el lunes el gobierno de México inició en Estados Unidos una estrategia para contrarrestar la desinformación de congresistas republicanos que culpan al país de la crisis que enfrentan por el consumo de fentanilo, ayer el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, se comprometieron a reforzar la cooperación binacional contra el tráfico de esa sustancia y el trasiego ilegal de armas.
En tanto, el embajador Ken Salazar aseguró que “el combate al fentanilo es una prioridad para el presidente Joe Biden, en la cual México es un socio crucial”. Afirmó que “la lucha contra el tráfico ilegal de fentanilo y armas la iniciamos en casa” y dijo que las autoridades estadunidenses “han aumentado 300 por ciento el decomiso de armas de fuego que, sin estos esfuerzos, habrían llegado a México”.
Ebrard y Blinken sostuvieron una conversación telefónica en la que la seguridad fue el tema central, y en la que también hablaron del secuestro en Matamoros de cuatro estadunidenses y el asesinato de dos de ellos.
En su cuenta de Twitter, Ebrard escribió que el diálogo se realizó “con miras al próximo encuentro del Entendimiento Bicentenario que se llevará a cabo en Washington” y explicó que la llamada giró en torno a la “cooperación contra el tráfico de fentanilo y armas entre ambos países”.
Blinken declaró en las redes sociales que la conversación versó “sobre el fortalecimiento de nuestra cooperación en materia de seguridad para combatir la producción ilícita de fentanilo y otras drogas sintéticas”. Agregó que el gobierno de Joe Biden valora “la sólida asociación de México mientras trabajamos para mantener a nuestras comunidades a salvo de las redes criminales”.
Por su parte, Salazar declaró que los esfuerzos contra la introducción de fentanilo en territorio estadunidense “inician en casa” y destacó que la propuesta presupuestal de su gobierno para 2023 incluye 42 mil millones de dólares para la política de drogas.
En una declaración difundida por la embajada, el enviado de Washington destacó que su gobierno, a través del Plan de rescate estadunidense, invierte 5 mil millones de dólares en servicios de adicción y salud mental, incluida una de 30 millones de dólares en reducción de daños.
Agregó que en el primer año del Entendimiento Bicentenario –acuerdo de seguridad firmado por los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden– la administración estadunidense invirtió más de 25 mil millones de dólares en tratamientos para adicciones e interdicción de narcóticos ilícitos.
Por otra lado, tras participar en la firma de un acuerdo de colaboración entre ambos gobiernos, por medio de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y el Departamento de Trabajo, Salazar sostuvo que “se dice que hay tantas dificultades, tantas inquietudes entre Estados Unidos y México, (pero) la realidad es un poco diferente: sí hay diferencias pero la realidad es que vamos unidos porque sabemos que nuestras relación es para siempre”.