Los accionistas de los dos bancos estadunidenses recién quebrados, el Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank, presentaron demandas colectivas contra ambos grupos financieros y sus altos ejecutivos, mientras las acciones de los bancos regionales se recuperaron el martes tras sufrir pérdidas de dos dígitos en días recientes.
Un funcionario de la Casa Blanca declaró que se sigue de cerca la evolución de First Republic y otros bancos más pequeños, así como cualquier salida de dinero hacia instituciones más grandes.
En tanto, la Reserva Federal (Fed) recibió una lluvia de críticas por no haber detectado los indicios de que el SVB estaba en riesgo.
Los demandantes de SVB acusaron a la entidad ante un tribunal en California de no divulgar los riesgos que los aumentos de las tasas de interés planteaban a sus negocios. En tanto, los accionistas de Signature señalaron al grupo financiero ante un tribunal de Brooklyn de proclamar de forma fraudulenta su solidez financiera apenas tres días antes de ser embargado por un regulador estatal.
La Reserva Federal es blanco de críticas
El mismo día, el nuevo director del Silicon Valley Bridge Bank–entidad creada por los reguladores federales de Estados Unidos tras la quiebra del intervenido SVB–, Tim Mayopoulos, instó a los clientes que retiraron sus depósitos a regresar con su dinero para que el banco pueda recuperarse.
Por su parte, el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) están investigando el colapso de SVB.
Según The Wall Street Journal, también se están examinando las ventas de acciones que los ejecutivos de SVB Financial hicieron días antes de la quiebra del banco. Sin embargo, es posible que las pesquisas no conduzcan a cargos o acusaciones de irregularidades, apuntó.
Como principal supervisor federal del SVB, la Fed comenzó a ser blanco de cuestionamientos por no haber anticipado los problemas del banco.
Sus críticos apuntaron abundantes indicios alarmantes sobre el SVB: su acelerado crecimiento desde la pandemia, la cantidad inusualmente alta de depósitos no asegurados y sus numerosas inversiones en bonos del Tesoro a largo plazo e hipotecas de alto riesgo, cuyo valor se había desplomado con el alza de las tasas de interés.
La senadora demócrata Elizabeth Warren pidió al presidente de la Fed, Jerome Powell, que se recuse de una revisión interna de las recientes quiebras bancarias, alegando que sus acciones “contribuyeron directamente” a ellas.
Por otra parte, los analistas que hace una semana pronosticaban que la Fed aumentaría el ritmo de las subidas de tasas para frenar la inflación han cambiado de parecer y ahora algunos prevén que el banco central de Estados Unidos mantendrá sin cambio la tasa de referencia la próxima semana debido a la crisis en el sector bancario.
Moody’s degrada la perspectiva del sistema
Ayer Moody’s degradó la perspectiva sobre el sistema bancario de Estados Unidos y la bajó de estable a negativa para reflejar el rápido deterioro en el entorno operativo luego del caos de días recientes.
Asimismo, la agencia colocó todas las calificaciones a largo plazo de First Republic Bank y otras cinco pequeñas entidades estadunidenses (Comerica, Zions, UMB, Financial, Intrust y Western Alliance) en revisión a la baja.
Luego de las amplias caídas de la sesión previa, los títulos del First Republic ganaron 27 por ciento; los de Pacific Western, 34; los de Western Alliance, 14, y los de Charles Schwab, 9 por ciento.