Una alfombra roja recibió a los invitados de Napoleón Gómez Urrutia. La ocasión, el cuarto aniversario de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), fundada en 2019 como promesa de ser la central obrera de la 4T.
Gómez Urrutia, líder del sindicato minero desde 2001, hizo un recuento de los avances laborales de estos años y aseguró que decidió crear la organización porque, al llegar al Senado, se le acercaron muchos dirigentes desplazados en sus propias organizaciones.
Entre los avances a los que la CIT ha contribuido, Gómez Urrutia mencionó la legislación para regular el outsourcing, el incremento de días de vacaciones y los cambios que favorecen a las trabajadoras del hogar.
El también presidente de la Comisión de Trabajo del Senado dijo que a las iniciativas que benefician a los trabajadores se ha opuesto la derecha, pero también legisladores y “algunas autoridades” de la 4T. “Los de adentro quizá son los peores, porque te dicen una cosa y hacen otra”. La sede sindical se llenó de mineros vestidos de playeras rojas con el rostro bordado de su dirigente. Frente a ellos, Gómez Urrutia aseguró que pese a la pandemia la CIT ha crecido hasta afiliar a 200 sindicatos nacionales y más de un millón de trabajadores (poco antes, su invitado Isaías González, dirigente de la CROC, había señalado que la CIT tiene 600 mil agremiados).
El presídium estuvo integrado por ocho hombres y una mujer. Otro de los integrantes de la mesa de honor fue Hipólito Rojas, dirigente de Oaxaca, quien habló en nombre de los dirigentes estatales.
Rojas hizo un recuento de dirigentes de la CIT asesinados (nombró cuatro) y encarcelados por culpa de “un gobierno represor como el que acaba de irse”.
Pese a los constantes llamados a la unidad sindical en el acto, el dirigente oaxaqueño habló de los conflictos entre agrupaciones afines a la 4T.
En el caso del proyecto del Istmo de Tehuantepec la batalla es contra la Catem, de Pedro Haces. Rojas dijo que a los camiones de volteo de sus afiliados (155) sólo los dejan trabajar una o dos veces a la semana, mientras las 203 unidades controladas por Haces –quien “se empeña en hacer su voluntad”– trabajan día y noche.
Paolo Marinaro, director del Solidarity Center en México (especie de ONG afiliada a la mayor central sindical estadunidense) destacó las virtudes de la lucha sin fronteras, consideró a la CIT un “ejemplo a seguir” y afirmó que su organización –que opera con fondos del gobierno de EU– está lista para seguir apoyando “a los sindicatos independientes y democráticos”.
José Humberto Gual, dirigente del sindicato de pilotos, pidió apoyo en su lucha contra la iniciativa de cabotaje aéreo del presidente López Obrador: “Que el cabotaje no sea un sabotaje a la soberanía nacional”.
“Nosotros los mineros cuidamos el subsuelo y los pilotos el cielo”, completó Gómez Urrutia.