Ciudad de México. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigió una recomendación al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, por la detención arbitraria de una mujer y sus hijos menores de edad, así como por las agresiones sexuales que sufrieron por parte de elementos castrenses en el municipio de Ecuandureo, Michoacán.
Pidió a la dependencia que dé seguimiento a la carpeta de investigación que está en trámite en la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) e identificar a los elementos que participaron en las agresiones perpetradas el 23 de enero de 2022.
Asimismo, le instruyó a que lleve a cabo un curso de capacitación sobre los derechos humanos de víctimas de violencia de género el enfoque trasversal de género y de la niñez, “sensibilización desde las nuevas masculinidades”, entre otros, dirigido a los elementos que participen en tareas de seguridad pública pertenecientes al Batallón decimoséptimo de Infantería.
En la Recomendación 18/2023, la CNDH expuso que la víctima refirió que mientras estaba trabajando, camionetas pertenecientes a la Sedena se acercaron al sitio donde se encontraba en compañía de sus tres hijas menores de edad; a pesar de lo cual los soldados comenzaron a gritarle improperios.
Ante tal comportamiento, la mujer optó por videograbarlos con su teléfono celular, por lo que los soldados la jalonearon y, junto a sus hijas, fue llevada a un camino de terracería donde comenzaron a realizarle diversos tocamientos frente a las menores de edad, “amenazándola con agredir sexualmente a su hija adolescente -quien también fue víctima de tocamientos- si no les entregaba el aparato de comunicación”, ante lo cual terminó por dárselo.
No obstante, continuaron realizando insinuaciones de índole sexual hasta que los militares recibieron una llamada y se retiraron del lugar.
El teléfono celular fue ubicado en una zona conocida como las Huertas de la Beatilla, perteneciente al municipio de Zamora, Michoacán, donde se encuentra instalado el decimoséptimo Batallón de la Sedena, lugar en el que también se identificó una de las camionetas de la institución presente el día de la agresión.