Ciudad Juárez, Chih., Un grupo de al menos 400 migrantes, la mayoría venezolanos, incluidas familias completas y niños, irrumpieron en el puente internacional Paso del Norte de Ciudad Juárez, en un intento de cruzar masivamente la frontera con Estados Unidos, pero fueron repelidos por agentes de la Patrulla Fronteriza que les lanzaron bombas de gas pimienta y balas de goma.
Los migrantes se congregaron durante dos horas, desde la mañana del domingo, sobre la avenida Juárez y en las inmediaciones del puente internacional, para exigir a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadunidense que les permitiera solicitar asilo, por lo que levantaron las plumas de las casetas de cobro en el lado mexicano del puente con el fin de ingresar en grupo al país vecino.
Estos migrantes llegaron desde las 8 de la mañana, como respuesta a un rumor en cuanto a que los dejarían cruzar a El Paso, Texas, para tramitar la solicitud de asilo, dijo Walter Corona, uno de los cientos que llegaron ayer.
Hace poco más de un mes, los mismos extranjeros escucharon versiones de que serían recibidos por el gobierno federal de Estados Unidos para tramitar visas que les permitirían llegar a Canadá. Quienes hicieron caso a esos rumores fueron detenidos y deportados, lo que les inhabilitó definitivamente para recibir asilo de acuerdo con la ley estadunidense.
Los migrantes ingresaron y trasladaron su protesta a la mitad del puente internacional ayer alrededor de las 13:00 horas. En respuesta, policías de El Paso, efectivos de la Guardia Nacional texana y agentes de la Patrulla Fronteriza colocaron vallas de plástico y alambre de púas para impedirles el paso.
Algunos sudamericanos intentaron remover una valla, mientras otros pidieron a gritos a los agentes de la Border Patrol tentarse el corazón y recibirlos como refugiados. En el forcejeo, los migrantes lanzaron una barrera hacia un lado del puente y recibieron disparos de balas de goma y bombas de gas pimienta, que los dispersaron.
La mayoría de los migrantes regresaron al lado mexicano de la frontera después de permanecer media hora en el puente y un grupo de alrededor de cien insistió en quedarse a la mitad del puente, donde continuó con la protesta de manera pacífica hasta las 16:00 horas.
Para las 17:00, todos los migrantes habían abandonado el cruce internacional, pero el despliegue de la Patrulla Fronteriza y de agentes texanos continuó, con elementos de la Guardia Nacional en la sección mexicana del puente.
El cruce internacional fue cerrado en su totalidad, por lo que quienes pretendieron cruzar de Juárez a El Paso debieron usar otros puentes. Del lado de El Paso, el cruce internacional se cerró temporalmente y se permitió el acceso a vehículos en grupos pequeños, que fueron revisados de manera minuciosa y lenta.
La alerta por los migrantes que se mantienen en el lado mexicano generó también un operativo policiaco, implementado por los grupos antimotines de la policía municipal de Ciudad Juarez y de la corporación estatal.