La Secretaría de Educación Pública (SEP) impulsará la Estrategia Nacional para Prevenir el Consumo de Fentanilo y Anfetaminas. La medida se aplicará, en una primera etapa, en 40 mil 963 secundarias, públicas y privadas, a escala nacional, en sesiones de 10 a 15 minutos al menos tres días a la semana.
Docentes y directivos de ese nivel educativo calificaron de “positiva” la iniciativa, que en una segunda fase, anunció la SEP, podría aplicarse en planteles de educación media superior para alertar sobre los graves daños que produce el consumo de estas drogas ilícitas.
La estrategia se da a conocer en el contexto de los acuerdos suscritos entre los gobiernos de México y de Estados Unidos para luchar contra la adicción al fentanilo, que ocasiona miles de muertes en el país vecino, y que entre otras acciones contempla lanzar una campaña binacional de salud pública para reducir los riesgos que conlleva su consumo y el de otras drogas.
El uso de este opioide sintético se ha convertido en un tema bilateral relevante. El jueves pasado una delegación de funcionarios de alto nivel de la Casa Blanca sostuvo un encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, para abordar, entre otros temas, los “estragos” causados por esta droga.
Incluso se nombró a la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, como zar contra el fentanilo, y contraparte de Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de seguridad nacional de Washington, en la tarea de frenar la adicción a esta sustancia.
México y Estados Unidos anunciaron medidas para enfrentar de manera conjunta la adicción y el tráfico de fentanilo. Foto ‘La Jornada’.
Al respecto, profesores de secundaria alertaron que con una matrícula de 6.3 millones de adolescentes, la estrategia “debe aplicarse de forma integral y no como un plática aislada”. En las escuelas, señalaron, “se impulsa el trabajo por proyectos, lo que podría ayudar a fortalecer acciones de prevención si se vinculan con Vida Saludable y contenidos de civismo y ética”.
Sabino González, profesor de secundaria y dirigente del magisterio disidente de la sección 10 de la Ciudad de México, destacó que “más que consumo de esta droga, lo que preocupa en las escuelas es la recurrencia de la violencia”.
Luego de la pandemia de covid-19, que afectó la salud emocional de los estudiantes, “hemos detectado que la violencia que los rodea se incrementó, tanto en las calles como en casa. Y quizá, como efecto de estos contextos, lo que estamos identificando en los planteles son las peleas masivas”.
Los estudiantes, indicó, se involucran en peleas, muchas veces acordadas, a las que asiste un número considerable de alumnos, quienes graban estos enfrentamientos para subirlas a sus redes sociales. A veces se citan fuera de la escuela, pero este fenómeno ya comenzó a llegar a los patios escolares.
Maestros de secundarias en las alcaldías Cuauhtémoc y Venustiano Carranza comentaron que “el contexto social que enfrentan los estudiantes, ya sea en casa o en el barrio, se ha ido deteriorando. Vemos mucha depresión en los muchachos, sobre todo porque se sienten solos, aislados y sin solución para sus problemas”.
Agregaron que si bien el consumo de mariguana “suele ser más común entre algunos alumnos, incluso, unos pocos, con uso de cocaína, pero a la fecha no tenemos casos detectados de consumo de fentanilo, aunque prevenir cualquier adicción es necesario, no podemos abordar estos temas sin incluir la salud mental y emocional de los estudiantes”.