Ciudad de México. Para frenar la producción y consumo ilegal de fentanilo, diversos precursores están ya sometidos a control internacional, señaló a La Jornada César Arce, presidente del Comité de Estimación de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), quien consideró que el consumo ilegal de fentanilo en México “empieza a ser un problema”.
Sin embargo, dijo que aún es lejano a lo que ocurre en Estados Unidos, donde es una “epidemia”. Según datos de aquel país, en 2021 hubo poco más de 100 mil muertes por sobredosis.
Nadia Robles, directora del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas de la Secretaría de Salud, precisó que hay un alza de uso, sobre todo en ciudades fronterizas.
En tal sólo una década, de ser casi inexistente su consumo, el año pasado más de 300 personas solicitaron atención médica por esa causa. “En 2013 si acaso llegaban cinco personas demandando atención y mencionando que habían consumido fentanilo; en 2012 fueron 184 personas y en 2022 ha subido a 319”. No obstante, el fenómeno está “muy localizado, particularmente en zonas de la frontera norte como Mexicali, Tijuana, San Luís Río Colorado, Hermosillo y Ciudad Juárez”.
En la presentación del informe JIFE 2022, en las instalaciones del organismo de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), añadió que se han detectado en el país metanfetaminas adulteradas con fentanilo. “Se ha encontrado en más de 50 por ciento de las muestras de sustancias de las personas que acuden a servicios en centros comunitarios de las organizaciones (que trabajan con personas adictas) que las sustancias contienen al menos alguna traza de fentanilo”.
Arce detalló que cada vez más países incautan las sustancias con las que es posible producir ese opiode sintético. Además, se han establecido alianzas entre gobiernos y la JIFE con farmacéuticas y empresas químicas en general, para evitar cualquier eventual “desvío” de precursores.
Agregó que con la finalidad de disminuir las posibilidades de que los grupos criminales se surtan de sustancias con la que se elabora fentanilo, el gobierno estadunidense presentó ante la Commission on Narcotic Drugs (CND) la propuesta de fiscalización internacional de siete precursores, que fue aprobada, y este año se solicitará el control de otros tres en la próxima reunión de la CND.
Hizo hincapié en que el fentanilo es la droga “más peligrosa” que existe actualmente, porque “la cantidad necesaria para producir efectos es muy pequeña”. A quienes se les receta este analgésico de forma lícita usan dosis muy bajas. “Por ejemplo, los que tienen dolores muy fuertes usan parches de liberación prolongada de fentanilo que tienen una carga 15 a 20 microgramos, es la milésima parte de un gramo”.
Su peligrosidad radica en que “las personas que usan fentanilo ilícitamente, es decir sin prescripción médica, corren un gran riesgo de morir por sobredosis, porque no tienen un control efectivo de cuánto consumir, ni siquiera tienen noción de lo que están consumiendo en la mayoría de los casos”.
El integrante del JIFE expuso que se ha detectado en Estados Unidos mariguana mezclada con fentanilo. “Eso es raro, no sabemos si fue a propósito o fue un accidente que ocurrió mientras los traficantes manipulaban las dos cosas, y se contaminó, pero es muy preocupante porque es letal”.