Ciudad de México. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se congratuló porque las mujeres salieran a la calle este 8 de marzo a reclamar sus derechos en una manifestación que, a diferencia de otros años, dijo, se registraron menos actos de violencia.
“Fue una marcha muy masiva en distintos momentos. Desde temprano, a la una de la tarde más o menos comenzó un grupo, hasta las nueve de la noche todavía había personas en el Zócalo”, manifestó en torno a la movilización, la cual, apuntó, fue “muy libre”.
En conferencia de prensa, precisó que fue un grupo muy pequeño el que realizó algunos actos violentos, rompieron semáforos, golpearon las vallas en Palacio Nacional, pero realmente, destacó, fueron más las decenas de miles de jóvenes mujeres, exigiendo y luchando por sus derechos.
Al expresar que la capital del país es feminista y una ciudad de libertades y democrática, la mandataria capitalina destacó que fue una movilización masiva en la que participaron sobre todo mujeres jóvenes.
Agregó que si bien se tienen avances en el combate a la violencia de género, admitió que aún hay grandes desigualdades que se deben abatir, al tiempo que hizo un reconocimiento a la labor de las mujeres policías que acompañaron la marcha.
“A mí me da gusto la conciencia de las mujeres policías. Ellas a sí mismas se llaman feministas, que defienden sus derechos; se solidarizan con quien está marchando y, al mismo tiempo, cuando hay que hacer alguna contención, lo hacen cada día más capacitadas.”
En tanto, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez, destacó que la marcha del 8-M fue la más nutrida de los últimos años, donde 98 por ciento de las participantes fueron mujeres, “la mayoría jóvenes, de escuelas de nivel preparatoria y superior, así como muchas mamás acompañadas por sus niños”.
Se tuvieron además, dijo, integrantes de organizaciones “con agendas nuevas que están en contra de la gordofobia o las de víctimas de feminicidio y búsqueda de justicia, que reflejan los grandes pendientes en desigualdad, falta de equidad y discriminación estructural contra las mujeres”.
Consideró que “hoy día no se puede entender la paz de género en la calle, si no se entiende a la luz de los nuevos movimientos feministas que lo que hacen es reinventarla. Y lo hacen desde una acción que puede pretenderse que es violenta, pero no lo es.
“Cuando yo pinto construyo paz, cuando hago performance construyo paz, cuando grito ‘Ya basta’ construyo paz y la construyo en la calle, y para que esta pedagogía de construcción de la paz se lleve a cabo, es necesario poner en el centro el diálogo”, afirmó.
Mencionó que lo único que no se puede perder es la esperanza.