El cártel del Golfo ha dividido el territorio de Tamaulipas entre sus células, las cuales subsisten del comercio ilícito de droga, el cobro de piso y el tráfico de migrantes, según informes de autoridades federales y locales.
Sólo en Nuevo Laredo aumentó su presencia un grupo surgido fuera del estado, el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se asoció con el cártel del Noreste (CDN), de estructura local, indicaron funcionarios de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República (FGR).
Control en las zonas vecinas a Estados Unidos
Los municipios tamaulipecos fronterizos con Estados Unidos están bajo el control de los cárteles del Golfo y del Noreste (antes Zetas), es decir, Nuevo Laredo, Nueva Ciudad Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Gustavo Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros.
Cuatro estadunidenses fueron secuestrados el viernes pasado en Matamoros y dos de ellos resultaron asesinados. Hubo un herido en una pierna y una mujer ilesa.
Autoridades locales estimaron como primera hipótesis que hubo una confusión en un ataque de presuntos miembros del cártel del Golfo.
El CDN tiene su principal centro de operaciones en Nuevo Laredo y sus brazos armados se desplazan hasta los municipios de la Frontera Chica, una estrecha franja de tierra en el extremo oriental del estado.
Reynosa, bajo disputa permanente
La ciudad de Reynosa, en la misma región, está bajo disputa permanente desde 2000, por escisiones del cártel del Golfo, identificadas como Escorpiones, Ciclones, Metros y Panteras.
Las fuentes dijeron que en las pasadas dos décadas ha cambiado el control territorial de los grupos del crimen organizado en Tamaulipas, sobre todo en plazas como San Fernando, a donde Los Zetas llegaron a finales de 1990.
Ahora ese lugar pasó al control del cártel del Golfo, igual que otros municipios del centro del estado cercanos a San Fernando, como Soto La Marina, Abasolo, Jiménez y Ciudad Victoria.