Atenas. La policía griega dispersó ayer con gases lacrimógenos a manifestantes que lanzaron bombas incendiarias durante una protesta de decenas de miles de personas indignadas por la peor tragedia ferroviaria del país.
Al menos 57 personas murieron y 14 siguen hospitalizadas después de que un tren de pasajeros chocó frontalmente con un convoy de mercancías el 28 de febrero.
La mayor manifestación se llevó a cabo en Atenas, con cerca de 40 mil participantes, en la que se veían pancartas que proclamaban: “No es un accidente, es un crimen”. Fuera del Parlamento, encapuchados lanzaron cocteles molotov y piedras a la policía antidisturbios que respondió con salvas de gas lacrimógeno, constató un periodista de Afp.
En Tesalónica –segunda ciudad del país– la policía se enfrentó con los manifestantes fuera de la estación del ferrocarril.
La policía lanzó gases lacrimógenos en la ciudad sureña de Patras, donde una banda municipal que encabezó la protesta tocó una marcha fúnebre. En Lárisa, cerca de la escena del siniestro, estudiantes con globos negros corearon: “No a las ganancias sobre nuestras vidas”.
La policía informó que más 65 mil manifestantes salieron a las calles en todo el país.
Los empleados del servicio público también realizaron una huelga durante 24 horas, al igual que los profesores de primaria, los médicos y los conductores de autobús y Metro, y los responsables de los enlaces marítimos con las islas del país.
En la capital de Grecia, muchas pancartas llamaron a la dimisión del gobierno del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis.
Numerosos griegos expresan además su resentimiento hacia lo que consideran la decadencia de los servicios públicos desde los planes de austeridad impuestos por los acreedores del país.
Grecia enfrenta una ola de indignación no vista desde la crisis financiera de 2008-2018 con manifestaciones que se tornan cada vez más violentas.
Huelgas en Alemania
Unos 70 mil trabajadores de instituciones sociales en Alemania realizaron ayer una huelga en reclamo de mejoras salariales. El sindicato Verdi afirmó que los paros son una reacción a la “oferta totalmente inadecuada de la patronal”. En las negociaciones de hace 15 días las partes no llegaron a un acuerdo. Las huelgas se registraron en toda Alemania, excepto en Berlín.