Ciudad Juárez, Chih., La activista Judith Galarza Campos, quien comenzó su trabajo a favor de los derechos humanos en enero de 1978 luego que desapareció su hermana Leticia, que militaba en la Liga Comunista 23 de Septiembre, recibió ayer la Presea Kirá (hija de la tierra, en lengua rarámuri).
En una ceremonia celebrada ayer por la mañana en el palacio municipal de Ciudad Juárez, Galarza Campos indicó que el galardón “es para mi hermana”, a quien llamó “una mujer valiente y comprometida, que siempre fue rebelde y no estaba de acuerdo con las opresiones”, así como “para todos los desaparecidos; ellos son los importantes”. Dijo estar sorprendida “de estar dentro de la presidencia, ya que siempre se me habían cerrado las puertas y mi voz sonaba desde fuera”.
El alcalde Cruz Pérez Cuéllar dijo aprovechar el 8 de marzo “para reconocer con orgullo cada una de las luchas que han tenido que librar las mujeres”, e hizo un llamado “a la memoria histórica para conmemorar a las mujeres que han luchado por el acceso a sus derechos”.
Agregó que la Presea Kirá destaca el papel de mujeres “que han sido y son un ejemplo gracias a su trabajo y compromiso, y por ello esta comunidad se ha fortalecido”. Pérez Cuéllar asimismo ofreció atender las peticiones que Judith Galarza le formule como parte de su labor en contra de la desaparición forzada.
Galarza Campos, juarense madre de tres hijos, con nueve nietos y cuatro bisnietos, recibió en Alemania, durante 2007, el premio Theodoro Haecker por su compromiso en la defensa de los derechos humanos. Es fundadora del Comité Pro Defensa de Presos y Desaparecidos Políticos, y ha participado en diversos grupos que buscan a personas ausentes.
Luego de recibir la distinción, Judith Galarza comentó que actos como el efectuado ayer “son de suma importancia, porque el gobierno municipal abre las puertas a personas que siempre estuvieron protestando y hoy son reconocidas”.
De igual manera, adelantó que ella y otros activistas buscarán que se les done el edificio que se encuentra en la confluencia de la avenida Lerdo y la calle 16 de Septiembre de Ciudad Juárez, para crear “la casa de memoria”, pues es emblemática para la pugna por hallar a personas desaparecidas, porque hay evidencia de que ahí se torturó y desapareció a luchadores sociales y fue la guarnición militar de la plaza.