Washington. El presidente estadunidense Joe Biden presentó este jueves un proyecto de presupuesto que prevé una reducción del déficit de 3 billones en 10 años y grava a los multimillonarios y las grandes empresas, y que servirá de base para su previsible candidatura a la reelección en 2024.
La Casa Blanca dijo que Biden quiere un impuesto de 25 por ciento sobre el 0.01 por ciento de los estadunidenses más ricos, en tanto el gravamen a las empresas aumentaría de menos de 10 por ciento a 28 por ciento, revirtiendo un enorme recorte de impuestos promulgado bajo el gobierno de Donald Trump en 2017.
Ello para lograr un recorte del déficit federal en 3 billones de dólares durante la próxima década.
El plan de Biden “invertirá en Estados Unidos, reducirá costos y recortará los impuestos para las familias trabajadoras”, destacó la Casa Blanca.
Apoyo al Medicare
Biden también propone subir los impuestos a los que ganan más de 400 mil dólares al año para garantizar la solvencia de Medicare, el sistema de seguro médico financiado por el gobierno para mayores de 65 años.
Según la Casa Blanca, elevar el aporte a Medicare de 3.8 por ciento a 5 por ciento de esas personas más adineradas garantizaría la viabilidad del programa durante más de dos décadas.
“Mi presupuesto pedirá que los ricos paguen su parte justa para que los millones de trabajadores que ayudaron a construir esa riqueza puedan jubilarse con el Medicare que pagaron”, tuiteó Biden el jueves.
Biden también ha dicho que el presupuesto propondrá cuadruplicar un impuesto de 1 por ciento sobre la recompra de acciones, al tiempo que perseguirá a las corporaciones y a los individuos ricos que eludan el pago de impuestos.
Motivación política
Se descuenta que en el Congreso los republicanos del Congreso bloquearán la mayoría de las propuestas de Biden argumentando que la solución para resolver la creciente deuda estadunidense implica recortar el gasto y no subir los impuestos.
Sin embargo, ahora los republicanos están presionados para explicar dónde reducirían gastos.
John Gimigliano, alto ejecutivo fiscal de la empresa de contabilidad KPMG, dijo que las propuestas de Biden tenían “pocas posibilidades” de convertirse en ley, pero servían a un importante propósito político.