Aunque en las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (conocidas como STEM, por sus siglas en inglés) ya hay una gran cantidad de estudiantes mujeres, incluso con el 50 por ciento de la matrícula, muchas de ellas terminan desanimándose de continuar con su carrera, por sentir que ellas tienen mayor “responsabilidad social” que sus compañeros varones en otros ámbitos.
Así lo afirmó Susana Lizano, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), quien llamó a realizar un cambio cultural desde las familias, para que a las niñas también se les anime a dedicarse a esta área del conocimiento y no se hagan diferencias en los intereses que se le inculcan a los pequeños de ambos sexos.
Entrevistada luego de impartir una conferencia sobre “Mujeres en la ciencia” –en el marco de la recién concluida Tec Science Summit 2023, organizada por el Tec de Monterrey--, la investigadora del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM lamentó que en muchas ocasiones la trayectoria de las mujeres se trunque por razones ajenas a su desempeño académico.
“Hay estudios de la AMC que muestran que en nivel licenciatura de las carreras STEM se está llegando a un 50 por ciento (de estudiantes del sexo femenino), y en maestría y doctorado ya llega a 50 por ciento. Veo mujeres muy exitosas, pero a la hora de hacer un posdoctorado, se desaniman, y eso no está bien”, recalcó.
Para Lizano, integrante de El Colegio Nacional, lo anterior se debe a “factores culturales. Las mujeres no deben sentir que ellas tienen toda la responsabilidad social” de aspectos como el cuidado de su familia.
“Se han roto muchos techos de cristal, por eso yo las animaría (a las estudiantes mujeres) a no dejar de avanzar en sus sueños. Búsquense un buen compañero, porque la aventura es conjunta y eso permitirá que no se descorazonen y sigan adelante”, afirmó.
Al ser cuestionada sobre las dificultades que las mujeres aún enfrentan en el ámbito de la ciencia y la tecnología, Lizano recordó la anécdota de que a la astrónoma Silvia Torres-Peimbert “todavía le tocó la época donde en los observatorios no había baños para mujeres”, y aunque saludó los avances recientes en este terreno, consideró que aún hay mucho por avanzar en la búsqueda de la equidad.
Lo anterior, dijo, debe realizarse desde los núcleos familiares y con las infancias. “Es una cuestión de educación. En las escuelas y las familias tienen que hacerse actividades para niñas y niños, no separarlos. Tienen que mostrarles que (la ciencia) es como un juego en el que ellas también pueden estar interesadas. No hay diferencia en capacidades, simplemente en educación”.