En un operativo de las autoridades federales y estatales, los cuatro estadunidenses secuestrados el viernes pasado fueron encontrados ayer por la mañana en la zona rural de Matamoros, Tamaulipas. Dos de los extranjeros estaban muertos, uno herido y otro salió ileso; en la operación no participó ninguna agencia extranjera.
Los extranjeros habían cruzado a territorio mexicano porque supuestamente uno de ellos se sometería a una liposucción; sin embargo, en un recorrido que realizó La Jornada se encontró que la clínica donde se realizaría dicho procedimiento fue desmantelada y ya no existe.
Alrededor de las ocho de la mañana del martes, elementos de fuerzas federales y estatales arribaron al ejido El Tecolote, ubicado en el kilómetro 10 de la carretera que comunica con Playa Bagdad y se dirigieron a una vivienda.
La casa, construida de madera, era resguardada por un sujeto de nombre José “N”, de 24 años, quien no opuso resistencia. Enseguida, confesó dónde se encontraban los estadunidenses con vida, identificados como Latavia McGee y Erick James Williams.
Luego mostró a los uniformados el sitio donde yacían los cuerpos de Shaeed Woodard y Zindell Brown, cuya causa de fallecimiento se desconocía hasta el cierre de la edición.
Minutos después de hallar con vida a dos estadunidenses, un convoy de unas 20 patrullas de la policía estatal y de la Guardia Nacional los escoltaron hasta el Puente Internacional Ignacio Zaragoza, uno de los cuatro que comunica Matamoros con Brownsville, Texas, donde fueron recibidos por autoridades estadunidenses, que procedieron a brindarles atención médica.
Unas seis horas después del arribo de los uniformados a la casa de madera del ejido El Tecolote, peritos trasladaron los cadáveres de Shaeed Woodard y Zindell Brown al Servicio Médico Forense.
El pasado 3 de marzo Latavia McGee, quien de acuerdo con sus familiares se iba a realizar un procedimiento estético; su primo, Shaeed Woodward, y sus amigos Zindell Brown y Eric James Williams llegaron a Matamoros provenientes de Brownsville; viajaban en una minivan blanca con matrícula de Carolina del Norte.
En el cruce de las avenidas Primera y Lauro Villar, un comando impactó la camioneta en que viajaban y se llevaron a los cuatro en la caja de una camioneta pick up.
El domingo, la Oficina Federal de Investigación (FBI) reveló que las cuatro personas privadas de la libertad eran ciudadanos de Estados Unidos y que viajaron a México por razones médicas. Fue entonces que ofreció una recompensa de 50 mil dólares con el fin de que se aportaran datos para dar con su paradero.