Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó ayer el levantón de cuatro estadunidenses en Tamaulipas, dos de los cuales fueron asesinados, envió sus condolencias a los familiares, al gobierno y pueblo de Estados Unidos, y ofreció un esclarecimiento de los hechos y el castigo a los responsables. “Estamos trabajando todos los días para garantizar la paz”, señaló. “Lamentamos mucho que esto suceda en nuestro país”.
No obstante, recriminó la cobertura de medios estadunidenses y las posturas de sectores políticos en ese país: “Se dan estos hechos lamentables y todos los medios en Estados Unidos manejan de manera amarillista la información. No así cuando asesinan a mexicanos en Estados Unidos: callan como momias. Claro que lamentamos lo que pasa en nuestro país y este hecho en especial, y ofrecemos nuestras condolencias sinceras”.
Al responder una pregunta, López Obrador indicó que las autoridades mexicanas trabajan en este caso en coordinación con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Durante la conferencia diaria en Palacio Nacional, con el gabinete de seguridad en pleno para rendir su informe quincenal, una pregunta dirigida a la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, derivó en el anuncio del trágico desenlace.
Villarreal al teléfono
–A ver, Rosa Icela, infórmales –pidió el Presidente.
Con su celular en mano, la funcionaria se acercó al atril y se disculpó: “Estoy con el gobernador, que ya los encontraron”, susurró. López Obrador tomó el teléfono y colocó en altavoz al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal.
–Te están escuchando aquí en la conferencia. ¿Puedes informarnos?
–Hoy, aproximadamente hace una hora, nos notificaron que había indicios de haber visto a los cuatro ciudadanos estadunidenses y hace 35 minutos ya fue plenamente confirmado por la fiscalía (…) De los cuatro hay dos de ellos fallecidos, una persona herida y la otra con vida.
López Obrador agradeció el informe a Villarreal y continuaron las preguntas.
–La Casa Blanca ya consideraba inaceptable esta situación, este hecho –se le planteó al Presidente.
–Sí, es muy lamentable. Ellos tienen derecho de manifestarse, como lo hicieron –respondió, aún sorprendido por el informe del gobernador de Tamaulipas.
Siguieron las condolencias y el alegato contra la cobertura de los medios estadunidenses.
Réplica a Crenshaw
López Obrador subrayó que recientemente un granjero asesinó a indígenas mixtecos y no salió nada en la prensa. “Se rasgan las vestiduras de manera hipócrita. Ayer estaba yo viendo, todas las cadenas de radio, de televisión. Y aquí lo mismo, aprovechando el dolor de la gente, como zopilotes”.
También replicó a la declaración del congresista Dan Crenshaw de que si las muertes por fentanilo ocurrieran en México, la postura del mandatario sería diferente.
México no se inmiscuye en cómo se distribuye la droga en Estados Unidos, afirmó López Obrador y lanzó: “¿No hay redes? ¿No hay cárteles? ¿Quién vende la droga? Eso lo resuelven las autoridades estadunidenses”.
El Presidente preguntó, además, qué ha hecho Crenshaw por detener el consumo de drogas en Estados Unidos o por evitar que se vendan armas de alto poder en armerías y supermercados de ese país.
“El 80 por ciento de las armas de alto poder que utilizan las bandas de la delincuencia en México las adquieren en Estados Unidos y no hay ningún control. Hay algunos senadores que hasta reciben dinero para sus campañas de las fábricas de armamento. Ya basta de hipocresías y ver nada más la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, añadió.
Poco antes del mediodía, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, acudieron a Palacio Nacional para reunirse con López Obrador.