Washington. La Casa Blanca rechazó ayer la retórica de China de que Estados Unidos se arriesga a un enfrentamiento con Pekín, al afirmar que Washington no busca un conflicto y no ve ningún cambio en las relaciones entre las potencias.
Al responder a declaraciones del nuevo canciller chino, Qin Gang, formuladas al margen de las sesiones de la Asamblea Popular Nacional, John Kirby, portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, aseveró: “buscamos una competencia estratégica con China. No un conflicto. Queremos competir y ganar esa competencia con China, pero queremos absolutamente mantener la relación a ese nivel”.
Agregó que su país respeta la “política de una sola China” y no quiere cambiar el statu quo relativo a Taiwán e instó a la nación asiática a no proporcionar ayuda militar a Rusia en apoyo de su guerra con Ucrania.
Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que Estados Unidos impulsa la guerra en Ucrania, y aseguró que Qin bromeaba al culpar a “una mano invisible” de atizar el conflicto en la república eslava.
“Aquí probablemente podamos discrepar con nuestros camaradas chinos. Esto es, por supuesto, una broma. Ya saben cuál es el chiste: esto no es una mano invisible, es la mano de Estados Unidos; es la mano de Washington, que no quiere que esta guerra termine. Esta es la mano visible”, afirmó Peskov, y agregó que su país presta mucha atención al plan de paz chino de 12 puntos para una solución pacífica.
En Roma, el canciller italiano, Antonio Tajani, aseveró que el gigante asiático puede convertirse en un “instrumento de paz”. Señaló que en febrero le dijo al director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, Wang Yi, que Pekín podría convencer a Moscú para que preste atención a los “consejos moderados” sobre una solución del conflicto en Ucrania.