Teherán. El ministerio iraní del Interior informó de los primeros arrestos en el contexto de la investigación por una serie de intoxicaciones que afectan desde hace tres meses a numerosas estudiantes.
El viceministro del Interior, Majid Mirahmadi, apareció ayer en la televisión estatal para anunciar la detención de “varias personas” sobre la base de “investigaciones de los servicios de inteligencia”.
No dio detalles sobre sus identidades, las circunstancias de su detención ni su presunta implicación, pero más tarde su oficina afirmó que los servicios de seguridad habían arrestado a varios sospechosos de preparar sustancias peligrosas en las provincias de Jodzestán, Azerbaiyán Occidental, Fars, Kermanshah, Jorasán y Alborz.
Según el comunicado, tres de ellos tienen antecedentes penales “incluida la participación en los recientes disturbios”, término utilizado por las autoridades para referirse a las protestas que estallaron tras la muerte de Mahsa Amini, joven kurda que falleció tras ser detenida por la policía moral porque no llevaba el velo islámico según las normas.
Uno de los sospechosos, según el ministerio, “introducía sustancias irritantes a una escuela a través de su hijo” y enviaba fotos de las escolares tras los envenenamientos a “medios de comunicación hostiles” para “crear miedo entre la gente y provocar el cierre de planteles”.
El misterioso caso de las intoxicaciones generó indignación y llamados a las autoridades para tomar cartas en el asunto. También provocó preocupación internacional y peticiones de una pesquisa independiente.
Más de 5 mil alumnas afectadas: legislador
En total, “25 provincias y aproximadamente 230 escuelas se vieron afectadas, y más de 5 mil alumnas y alumnos fueron envenenados”, indicó el lunes a la agencia de noticias Isna, Mohammad-Hassan Asafari, miembro del comité parlamentario de investigación.
Los primeros casos se conocieron poco después del inicio de las protestas de alcance nacional provocadas por la muerte de Mahsa Amini.
Numerosos centros educativos se vieron afectados. Sus alumnos sufrían náuseas, dificultades para respirar y vértigo después de notar olores “desagradables”. Algunos fueron hospitalizados.
El líder supremo Alí Jamenei calificó estas intoxicaciones de “crimen imperdonable” y dio órdenes el lunes de que los responsables fueran perseguidos “sin clemencia”.
El último caso, reportado por la agencia de noticias Isna, afectó a 40 alumnas de la contestataria ciudad de Zahedán, en el sureste.
En tanto, profesores organizaron protestas contra las intoxicaciones, pero las fuerzas de seguridad dispersaron las manifestaciones con cañones de agua y gas lacrimógeno, informaron activistas.
Los fiscales presentaron acusaciones criminales contra periodistas, activistas y otras personas debido a sus declaraciones sobre los incidentes no aclarados, que comenzaron en noviembre y escalaron en días recientes en los que decenas de escuelas presentaron denuncias.
Al menos 127 escuelas denunciaron sospechas de envenenamiento, según cifras recopiladas por el diario reformista Etemad, de Teherán.
Activistas e informes de prensa señalaron que un millar de estudiantes se han enfermado, y 400 requirieron hospitalización. Las autoridades iraníes no han divulgado cifras exactas.
Ayer aparecieron videos y fotos en Internet que supuestamente mostraban a los docentes manifestándose en Ahvaz, Isfaján, Karaj, Mashhad, Rasht, Sanandaj, Saqqez, Shiraz y otras ciudades.
Activistas que se identificaron como miembros del Consejo Coordinador de Sindicatos Docentes denunciaron que la policía utilizó la fuerza para dispersar las marchas en Mashhad, Rasht y Saqqez.