En los próximos días el médico tradicional del pueblo Quechua-Ashaninka, del Perú, Lauro Hinostroza García, detenido en septiembre pasado por autoridades mexicanas, podría obtener su libertad, aseveró la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez.
Durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, y a pregunta sobre la aprehensión del médico tradicional peruano a causa de que portaba la hierba conocida como ayahuasca, la funcionaria señaló que se ha estado pendiente del caso y confió que en las próximas semanas pueda ser liberado, luego que la Fiscalía General de la República (FGR) “ha estado ayudándonos para que tenga un reconocimietno distinto el delito que en México sí se comete”.
Y es que, explicó, mientras en Perú la posesión de esta hierba no es ilegal, en nuestro país sí lo es, por su componente activo, por lo que es considerada una droga. De ahí que la funcionaria aseveró que las autoridades mexicanas actuaron correctamente al detener a Hinostroza García.
“Es que la legislación de allá y aquí es diferente. No le puedo decir que ya va a cambiar eso en México porque esa sustancia, esas hierbas, la ayahuasca en México, están prohibidas No voy a hacer una discusión en este momento porque no soy la especialista. La actuación de las autoridades en México (en este caso) no se puede criticar, ni la actuación de quién lo detuvo (en el aeropuerto de la Ciudad de México), que estuvo bien porque está apegado a derecho, también la actuación de la Fiscalía. Tan así que el juez dijo que era correcto”, afirmó la secretaria.
Sin embargo, acotó Rodríguez, que las autoridades mexicanas ya valoran la reconsideración en este caso a fin de lograr que el médico tradicional de Perú quede en libertad.
“Lo está haciendo la FGR, sabe que hemos estado interviniendo y que la FGR está en total apoyo. Creo que el caso va por muy buen camino, estamos muy optimistas sobre esto, pronto les daremos buenas noticias”.
La detención del médico tradicional ocurrió a finales de septiembre del año pasado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México debido a que traía consigo ayahuasca, una sustancia que para las antiguas comunidades amazónicas es considerada sagrada y medicinal.
El tema fue aprovechado por el presidente López Obrador para insistir una vez más en la necesaria reforma al Poder Judicial, particularmente para que los juzgadores antepongan la justicia al derecho.
“Un buen Ministerio Público, un buen juez (podrían) si tengo aquí estos elementos, ‘me consta que este señor es un curandero y que además no es un delincuente, ¿por qué no lo voy a liberar? Mi trabajo tiene que ver con los papeles y los procedimientos, sí, pero yo tengo una convicción y lo fundamental es que tengo que ser justo’. Es una cuestión de sentido común, de juicio práctico. A mí me trajo el ex presidente (de Bolivia) Evo Morales un retrato de hoja de coca, y ya querían que me juzgaran por eso. Y ahí lo tengo, pero pues allá no es delito”.
El mandatario federal destacó que si bien la secretaria Rodríguez “es muy buena servidora pública, institucional, con visión social y honesta. Pero le faltó decir (en su intervención sobre este caso) que hay mucha burocracia todavía. Tú preguntaste (la reportera) ‘por qué tanto tiempo para resolver algo que tiene que ver con la justicia? Pues este es el tema, es demasiado apego al derecho, y demasiado abandono a la justicia. Es preferencia por el derecho y desinterés por la justicia”.
Ejemplificó que la ley de amnistía no se puede aplicar como se quisiera para hacer justicia a cientos de detenidos injustamente, porque el argumento del sistema es que para que se pueda beneficiar a los detenidos, éstos deben estar sentenciados. “Y hay muchísima gente, víctima de injusticias, que llevan años sin sentencia”.
Así, el jefe del Ejecutivo reflexionó: “Tenemos que estar pensando ¿cómo hacer justicia rápida, expedita? Volvemos a la necesidad de una profunda reforma de todo el sistema de impartición de justicia, que no es un asunto fácil, porque no sólo tiene que ver con las estructuras, tiene que ver también con la formación de los profesionales, en este caso la formación de abogados, tiene que ver con las universidades, con los programas de estudio, con la mística que se tiene que imprimir en la profesión, la ética, la moral, e humanismo. No sé, hay mil 500, 2 mil jueces (en el país) ¿no? No todos actúan mal, no se puede generalizar, pero una buena cantidad sí. Pero a ver la pregunta es: ¿Con quién se les sustituye?”.
Afirmó que una de las “crisis” que dejó la política neoliberal “fue la falta de cuadros para el servicio público o de cuadros íntegros, profesionales, sensibles, que le tengan amor al prójimo, porque los forman para triunfar a toda consta, sin escrúpulos morales de ninguna índole. Entonces, sí se requiere una reforma profunda. Por eso yo hablo de decadencia, porque no es la crisis económica, política o social, es una decadencia que tiene que ver con todos los campos de la vida púbica y por eso la necesidad de una transformación”.