Ciudad Victoria, Tamps. Las autoridades mexicanas buscan a cuatro ciudadanos estadunidenses reportados por la Oficina Federal de Investigación (FBI) como secuestrados en la ciudad fronteriza de Matamoros, después de que hombres armados abrieron fuego contra el vehículo en el que viajaban.
Los cuatro estadunidenses, tres hombres y una mujer, llegaron a Matamoros desde Brownsville, Texas, el viernes, cuando hubo fuertes enfrentamientos que hicieron que las autoridades pidieran a los ciudadanos mantenerse en sus casas.
La alerta fue lanzada el domingo por la oficina de San Antonio de la FBI. Según las primeras informaciones aportadas por esta agencia, los estadunidenses viajaban en una minivan blanca con matrícula de Carolina del Norte y poco después de cruzar a México hombres armados no identificados les dispararon.
“Los hombres armados introdujeron a los cuatro ciudadanos estadunidenses a otro vehículo y huyeron de la escena con ellos”, indicó esa oficina en un comunicado, en el que también ofrecía una recompensa de 50 mil dólares por el regreso de las víctimas y el arresto de los responsables.
Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca, calificó el suceso de “inaceptable” y señaló que ambos países trabajan coordinados para localizar a las víctimas.
Venían a una cirugía
Las personas secuestradas fueron identificadas como Latavia McGee, quien venía a México a hacerse una cirugía estética; su primo, Shaeed Woodward, y sus amigos Zindell Brown y Eric James Williams. En el lugar de los hechos se encontró la licencia de conducir de Williams.
El pasado viernes, McGee llamó a su madre, Barbara Burgess, para decirle que estaba a 15 minutos de llegar a su cita con el cirujano, y que al terminar su consulta se comunicaría de nuevo. Burgess no volvió a oír de ella. “Su teléfono empezó a mandarme al buzón”.
Zalandria Brown, de Carolina del Sur, declaró que ha estado en contacto con la FBI desde que se enteró que su hermano, Zindell, es uno de los secuestrados. Ella confirmó que él y dos amigos acompañarían a la prima de uno de ellos a México, donde ella se sometería una abdominoplastia. El cirujano de Matamoros con el que McGee tenía cita no respondió a los llamados de la televisora estadunidense ABC News.
Testimonio
En las redes sociales se publicaron el viernes videos sobre la situación en la ciudad y en uno de ellos podía verse cómo hombres armados arrastraban cuerpos hasta una camioneta en pleno día y rodeados de vehículos.
Fotografías vistas por Ap de ese momento muestran una minivan blanca con la ventanilla del lado del conductor con disparos y todas las puertas abiertas en un lado de la calle impactado contra un vehículo rojo. La fiscalía confirmó que el vehículo blanco era el de placas estadunidenses.
Una mujer que fue testigo de la escena desde dentro de su coche dijo que vio cómo un vehículo blanco se impactó contra otro en un semáforo. Luego se empezaron a oír detonaciones, una camioneta avanzó hasta el lugar por la banqueta y de ella se bajaron hombres armados.
“En segundos estaban frente a nosotros”, explicó en una conversación telefónica en la que pidió el anonimato. “Yo entré en shock, nadie pitaba, nadie se movía, todos debíamos estar pensando: ‘si nos movemos nos van a ver o pueden disparar’”.
Según la testigo, los hombres armados subieron a una mujer que iba caminando a una camioneta pick-up, a otro “lo cargan entre dos y mueve la cabeza y a otros dos los arrastran por el pavimento, no sabemos si vivos o muertos”.
El video divulgado en redes coincide con esta descripción.
La testigo agregó que a unos 10 metros quedó el cuerpo de una mujer con un impacto de bala, según observó cuando se acercó a ella para pedir ayuda luego de que los hombres armados se fueron. Minutos después llegaron las ambulancias y las autoridades.
El suceso tiene lugar cuando sectores conservadores en Estados Unidos han vuelto a pedir medidas más duras para combatir a los cárteles mexicanos, por ejemplo, considerarlos organizaciones terroristas.