París. El gobierno francés anunció ayer un acuerdo con las principales empresas de distribución minorista para limitar el precio de varios productos durante un “trimestre antinflación”, en un contexto de tensión social, donde sindicatos se preparan para “paralizar Francia” hoy, al retomar las multitudinarias protestas contra la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron, al que acusan de “permanecer sordo” al rechazo popular.
La iniciativa de limitación de precios, que debe extenderse hasta junio, busca que las empresas ofrezcan “el precio más bajo posible” a una serie de productos de su elección, indicó el ministro de Economía, Bruno Le Maire, tras reunirse con los distribuidores.
El costo de la operación, en la que participarán Carrefour o Casino, entre otros, será de “varios cientos de millones de euros” (cientos de millones de dólares) y se financiará gracias a los márgenes de los minoristas, precisó Le Maire.
Frente al aumento de los precios de los alimentos, que alcanzó 14.5 por ciento interanual en febrero según la oficina de estadística Insee, el gobierno buscaba desde hace varios meses un mecanismo para sostener el poder adquisitivo.
Sexta movilización hoy contra reforma a pensiones
Para hoy se espera la sexta protesta en Francia en contra del proyecto de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42, como ahora) para cobrar una pensión completa.
“Llamo a los trabajadores, a los ciudadanos, a los jubilados a manifestar masivamente”, dijo este lunes Laurent Berger, dirigente del sindicato CFDT.
Desde enero los sindicatos han organizado grandes movilizaciones, entre ellas la más numerosa en tres décadas el 31 de enero --de 1.27 a 2.8 millones de personas–.
Ahora esperan recrudecer la protesta y “paralizar” al país, un objetivo que la primera ministra, Élisabeth Borne, calificó en la cadena France 5 de “irresponsable”.
Los franceses “más modestos” serán los “primeros afectados”, lamentó.
Se prevén afectaciones en el servicio de trenes de Francia y el transporte público de París. Asimismo los sindicatos llamaron también a “cerrar” escuelas.
Los servicios de limpia de la capital y los camioneros ya empezaron la huelga el lunes.
Según una fuente policial se esperan entre 1.1 y 1.4 millones de manifestantes.