Integrantes de la comunidad cultural mexicana manifestaron su pesar por el fallecimiento del reconocido historiador Enrique Florescano, quien siempre quedó fascinado por la historia debido “a su arte y belleza”.
A continuación algunas reacciones de amigos, alumnos y colegas del destacado investigador y maestro que también dedicó su vida al desciframiento de la mitología mesoamericana, la formación de generaciones y a la creación de publicaciones.
El historiador, lingüista, antropólogo y jaranero Antonio García de León lamentó la pérdida de “un gran historiador veracruzano, quien acaba de transitar al Mictlán. ¡Camino de luz, entrañable amigo! ¡Ompa mitschia Cinteopiltsin!”
El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, aseguró: “Nos ha dejado un destacado colega que incentivó la reflexión histórica sobre el México de ayer y de hoy. Alguien que comprendió la importancia de los mitos en la construcción de las identidades y las cosmovisiones de los pueblos. Un académico que alentó el diálogo entre historiadores y antropólogos, para entender a México y su patrimonio cultural.
“En su paso por el INAH, Florescano realizó un diagnóstico con una amplia participación del personal académico y trabajadores, y logró una serie de reformas sustantivas en su Ley Orgánica, aprobadas por el Congreso en 1985.”
La escritora y periodista Elena Poniatowska comentó: “Enrique ayudó mucho a los jóvenes historiadores, entre ellos, a José Joaquín Blanco, a quienes les dio trabajo. Fue muy generoso con los jóvenes, muy atento a sus necesidades. Dio un impulso bueno a la historia de México”.
El investigador, escritor y periodista Iván Restrepo añadió: “Fue un historiador espléndido, un investigador responsable y comprometido con el país. Su libro Los orígenes del poder en Mesoamérica (2022), que recién publicó, es una obra maestra, una síntesis espléndida sobre el México antiguo.
“Se trata de un análisis muy detallado sobre cómo fue el proceso de formación del Estado que impulsó el desarrollo en Mesoamérica. De manera didáctica, Florescano explica los grandes poderes de los grupos más importantes de ese entonces, como los olmecas, los mayas y el Estado mexica; hace un gran análisis sobre lo que llama la simbolización cósmica y política del Estado y, por supuesto, la función y la transformación de la herencia tolteca en México-Tenochtitlan.”
La editora Marisol Schulz tuiteó: “Esta vida es un sube y baja. Hoy me entero con profundo pesar del fallecimiento de alguien a quien he tenido muy cerca, al doctor Enrique Florescano, excelente historiador y animador cultural…”
El cineasta Alejandro Springall también lamentó el deceso de “un historiador excepcional, escritor brillante y un abuelo muy querido. México pierde a uno de sus mejores pensadores. Descanse en paz”.
El escritor José Joaquín Blanco compartió que Florescano fue “mi supermaestro, mi amigo, la imagen más completa que he recibido de algún ser vivo de la cultura en su sentido más amplio, riguroso.
“En los años 80 amplió su rango. Hacer historia era también ‘escribir la historia’, en relato, la narración, con prosa limpia (su gurú, Clavijero) y emotiva, sin embrollos, pensando no en la academia por la academia, sino en el lector culto.
“Como ya es archisabido, el doctor Enrique Florescano fundó la moderna historia de México con su tesis y sus libros sobre el maíz, sus precios en la época colonial y muchos asuntos colaterales.”
El Comité de Ciencias Históricas indicó que el autor de El mito de Quetzalcóatl fue “un destacado humanista, universitario ejemplar y maestro entrañable de generaciones de historiadores. En 1975 estuvo al frente de este comité”.