Algunos de los beneficiarios del programa entrevistados, consideraron que es algo maravilloso el poder visitar recintos culturales, porque "podemos continuar nuestro proceso de reinserción sin miedo a que nos rechacen, nos vean como un número o simplemente no nos dejen entrar". En la imagen, las obras 'La puerta del infierno', de Augusto Rodin, y 'David', de Miguel Ángel, son admiradas por los ex reos y sus familiares. Foto Víctor Camacho
"La posibilidad de acercar actividades deportivas, culturales o lúdicas a este grupo de la población ha representado una mejor estrategia para saber si una persona está lista para reinsertarse, que dejarlos en las aulas, y con su asistencia lo demuestran", afirmó el director del Instituto de Reinserción Social, Arturo Morell. En la imagen, un par de visitantes observan un mural pintado por David Alfaro Siquieros, parte de la exposición "20 siglos de arte en México". Foto Víctor Camacho
Morell explicó que con el apoyo de la Fundación Slim se logró que este grupo acudiera, pero sin impedir el paso al resto de visitantes. Foto Víctor Camacho
Dijo, además, que parte del programa consiste en la obligatoriedad de que sellen cada mes su carnet con una actividad lúdica, la cual permita la empatía con el entorno y les ayude a su autoestima, así como a facilitar su reinserción en la sociedad. Foto Víctor Camacho
De acuerdo con el director de la dependencia, también los hace ser más responsables de sus actos y a educir el nivel de reincidencia, que oscila en 30 por ciento. Foto Víctor Camacho
Foto Víctor Camacho
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Para América, quien estuvo en prisión ocho meses, señaló que "el miedo al rechazo cuando empiezas tu proceso de reinserción es bastante duro, pero vas avanzando y ahorita la verdad no me da pena y me siento muy contenta, porque vienen más proyectos, como la bolsa de empleo y espero tener uno pronto." Foto Víctor Camacho
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