Con una trayectoria discográfica de casi 30 años, Ana Bárbara, La reina grupera, sabe que el mundo artístico “es muy complejo para las mujeres y se tienen que redoblar esfuerzos”.
La cantautora, de 52 años, en entrevista con La Jornada, explicó: “El otro día tuve una charla muy bonita, de amigas; platicamos sobre lo difícil que es ser mujer en este medio; lo impactante que resulta la diferencia entre un hombre y una mujer y cómo debemos redoblar, triplicar o, incluso, quintuplicar esfuerzos. Coincidimos en que es importante apoyarnos, porque es muy complicado este ámbito para el género femenino”.
La intérprete de Bandido y Lo busqué será reconocida en la 30 Entrega Anual de los BMI Latin Awards, en Beverly Hills, el 21 de marzo y se convertirá en la primera compositora de música regional mexicana que recibe este galardón; además, recién lanzó el tema La jugada, con Vicente Fernández, cuya producción musical se concretó en diciembre de 2017.
“No sé si me merezca ese reconocimiento, pero te lo voy a decir con el corazón: me la voy a creer en toda la extensión de la palabra. Es un orgullo para mí y para las mujeres que vienen empujando fuerte.”
El premio BMI se otorga a letristas, compositores o productores que han tenido influencia en la música y dejado huella en varias generaciones de creadores. Ana Bárbara se suma a un grupo élite en el que figuran Carlos Santana, Gloria Estefan, Juan Luis Guerra, Los Tigres del Norte y Los Lobos quienes han recibido esa distinción.
Para Altagracia Ugalde, nombre real de la intérprete, nacida en Río Verde, San Luis Potosí, no todo ha sido sencillo en su prolífica carrera, pues confesó que le ha costado trabajo “combinar la maternidad y la vida personal” con su pasión por la música.
“Como bien dice una frase de don Vicente Fernández: ‘quien es un buen artista entiende que debe dividirse entre el público y su familia’, lo cual es más difícil para una mujer, porque el papá sale y ancestralmente ha sido el que va por la comida”. Sin embargo, subrayó, “cuando eres mamá y tienes que criar... está cañón; hasta ahora la llevamos bien. Llego de trabajar para realizar la jornada de mamá, que es una demanda impresionante”.
Además, en la época actual, alertó, “hay que cuidar a los niños porque existe mucho depredador sexual disfrazado de artista; debemos tener cuidado a quién confiamos a nuestros hijos, cómo se los damos o a qué edad es importante dejarlos, acompañarlos”.
Prosiguió: “Eso me pasó; llegué muy jovencita a la Ciudad de México sin conocimiento, sin hablar con mis padres de que podía haber gente mala, pero no sólo en el medio artístico, sino en la calle, que pueden abusar y hay que tener mucho cuidado”.
“No todo es color de rosa”
Puso de ejemplo un incidente de acoso “del rentero (arrendatario) de un depa y no lo dije durante años; incluso estuve en terapia porque decía que era horrible que se te venga un monstruo encima, pero son cosas de la vida, tristes y reales. Hay que alzar la voz para que los chavos vean que no todo es color de rosa”.
Sobre si su belleza le abrió puertas, respondió: “No estoy tan segura de que sea por esa razón; me considero una mujer que no se queja de su físico, pero con mis inseguridades y todo, no te sabría decir si eso ha tenido un papel a favor. Lo cierto, es que sí me ha costado que crean en mis canciones y mi talento. Es increíble que con tres décadas de carrera discográfica, que cumplo el próximo año y con más de 40 cantando, todavía haya gente que me dice: ‘fui a tu concierto y no sabía que cantabas ranchero tan bien’”.
Agregó: “En ocasiones me han puesto en el target de los que no cantan, no componen o están ahí de plástico. Eso es aberrante para mi dignidad como artista, porque lo único que siento que sí soy y tengo que dar es como compositora y cantante; aunque no sé si sea bonita o no y no sé si de las buenas o no, pero nací con algo que amo dar al público y aprecio a quienes lo valoran, lo ven y reciben como arte”.
Ana Bárbara se inspira en “todo: el amor, el desamor, un hijo, las injusticias o a veces cosas chistosas, como la que escribí para Paquita la del Barrio, en el El consejo. Me inspiró su personalidad, lo icónica que es, la forma de insultar a los hombres y que a ellos les gusta; tengo otras canciones de dolor, como Para no extrañarte tanto, Lo busqué y Qué poca, en la cual me burlo de mí misma por el engaño de un canijo”.
En el Auditorio Nacional, la noche del sábado, la fortaleza y profesionalismo de la cantautora, emergió y, como “una toreraza” continuó el concierto Bandidos Tour, a pesar del resbalón que tuvo cuando interpretaba Fruta prohibida. Aseguró que estaba bien.
Así conquistó por segunda ocasión el coloso de Reforma con más de 10 mil “bandidos, pedazos de su alma” que aplaudieron con La trampa, No lloraré, Nada y en un set acústico se colocó entre el público para interpretar el tema Cómo me haces falta, acompañada por el Coro Gay.
De manera virtual estuvieron presentes don Vicente Fernández con quien interpretó La jugada, así como el homenaje a Paquita la del Barrio con El consejo y De vez en cuando, con Cristian Castro.
La reina grupera, también invitó a Joy, del dueto Jesse y Joy, para interpretar Corre y Bandido, corroboró el éxito que tiene entre sus “bandidos”, con una trayectoria que da cuenta de más de 10 álbumes de estudio, ventas de más de 6 millones de discos y 33 éxitos colocados en los primeros lugares de varios cuadros de Billboard, entre diversos premios y reconocimientos.