Ciudad de México. La población mexicana es propensa a desarrollar obesidad no sólo por los malos hábitos alimenticios, sino también por factores genéticos que influyen directamente en el desarrollo de “gen asociado a la masa grasa y la obesidad” (FTO, por sus siglas en inglés), destaca un informe del Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), en el marco del Día Mundial de la Obesidad.
Existe una asociación entre el gen FTO y la acumulación del tejido adiposo que afecta a la población de mexicanos mestizos, según datos citados por el Laboratorio. Asimismo, 35 por ciento de los adultos jóvenes mexicanos pueden tener una predisposición genética a desarrollar obesidad, razón fundamental para identificar esta condición de manera expedita y encontrar estrategias para evitar su desarrollo.
Según el informe, la obesidad no es provocada únicamente por los cambios en el entorno, también es “resultado de una interacción entre factores ambientales y biológicos”, entre ellos un fuerte componente genético a la variación en el peso corporal, lo cual vuelve crucial el desarrollo de conocimientos genéticos para la medicina de precisión que pueda permitir un diagnóstico preciso del tipo de obesidad y prescribir tratamientos personalizados o estrategias de prevención, además de conocer la susceptibilidad genética de un individuo a la obesidad.
Especialistas han advertido que la obesidad se puede prevenir y atender mediante acciones multidisciplinarias, además de incentivar una alimentación más sana, reduciendo el consumo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas en el entorno familiar. También han alertado sobre la necesidad de incluir en la dimensión social la producción y el consumo de dichos alimentos, por lo que se requieren acciones multidisciplinarias para abordar el problema de manera efectiva.