Berlín. Los gobiernos de Alemania, Francia, Italia, Polonia, España y Gran Bretaña expresaron su profunda preocupación por el agravamiento del conflicto palestino-israelí, por lo que llamaron a estimular la “chispa de esperanza” lograda en la reunión del pasado fin de semana en Áqaba, Jordania, donde las partes en conflicto se comprometieron a no tomar medidas unilaterales que pudieran contribuir a nuevos enfrentamientos.
En un comunicado, abordaron los incidentes de esta semana en la ciudad cisjordana de Huwara, que comenzaron el pasado domingo con las muertes de dos israelíes por un atacante palestino, respondidas con una agresión de colonos a la ciudad, que acabó con un palestino fallecido, 30 viviendas incendiadas y 100 automóviles quemados.
Condenaron tanto los “ataques terroristas que mataron a ciudadanos israelíes” como “la violencia indiscriminada de los colonos israelíes contra los civiles palestinos, incluida la destrucción de viviendas y propiedades”, de acuerdo con el texto, publicado por la cancillería alemana.
Sobre la cumbre de seguridad de Áqaba, en la que participaron delegaciones de alto nivel de Jordania, Estados Unidos y Egipto, los seis países firmantes señalaron que el resultado de la reunión fue que israelíes y palestinos reafirmaron compromisos recíprocos, incluidos los esfuerzos para reducir la escalada y trabajar hacia una paz justa y duradera.
Además, exhortaron a Tel Aviv a declarar una “firme oposición” a la expansión de asentamientos “que son ilegales, según el derecho internacional” y pusieron de ejemplo la reciente decisión gubernamental para “avanzar en la construcción de más de 7 mil unidades para levantar asentamientos” en Cisjordania ocupada.
Por otro lado, cientos de miles de personas protestaron en Tel Aviv y otras ciudades de Israel por noveno sábado consecutivo contra un proyecto de reforma judicial lanzado por el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, calificado como “amenaza para la democracia”.