Tel Aviv. Violentos enfrentamientos se produjeron ayer en esta capital entre la policía y manifestantes que denunciaron el carácter “antidemocrático” de la reforma judicial impulsada por el gobierno más derechista de la historia de Israel, encabezado por Benjamin Netanyahu, quien está acusado de corrupción y que se beneficiará de los cambios.
La policía dispersó con cañones de agua, gases lacrimógenos y granadas de estruendo a los participantes en la marcha, que bloquearon importantes vías de comunicación de la capital israelí. Agentes a caballo también se enfrentaron a la multitud. La policía informó que hubo 39 detenidos y al menos 11 heridos.
“El derecho de manifestarse no es el derecho de bloquear el país. Un país soberano no puede tolerar la anarquía”, afirmó Netanyahu.
El gobernante advirtió a los manifestantes que no crucen “líneas rojas” y los acusó de amenazar a su esposa, que al momento de la manifestación se encontraba en un salón de belleza del que tuvo que ser evacuada por policías. “El país arde y Sara (Netanyahu) se corta el pelo”, corearon manifestantes, de acuerdo con The Times of Israel.
Las protestas que desde hace dos meses congregan a decenas de miles de personas, no han impedido el avance de la polémica reforma anunciada en enero por el gobierno formado en diciembre con el apoyo de formaciones de ultraderecha.
Según sus detractores, la nueva legislación reducirá la influencia del poder judicial en beneficio del poder político y amenaza la separación de poderes.
Netanyahu y su ministro de Justicia, Yariv Levin, opinan que la reforma restablecerá un equilibrio de fuerzas entre los legisladores y la Suprema Corte, a la que ven como una institución politizada.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad israelíes mataron ayer a un palestino, identificado como Mahmoud Hamdan, y detuvieron a otros seis sospechosos de estar implicados en un tiroteo el domingo en el que murieron dos israelíes, uno de ellos también con nacionalidad estadunidense, en Cisjordania.
Un testigo palestino afirmó que Hamdan fue inicialmente atendido por paramédicos palestinos, pero que los soldados israelíes interrumpieron el tratamiento y se lo llevaron en un jeep militar. Un portavoz del ejército israelí refutó este testimonio y afirmó que Hamdan recibió atención, pero murió camino al hospital.
Tras el incidente del domingo en Cisjordania, colonos judíos atacaron con mucha violencia al poblado de Huwara, en Cisjordania, que dejó un muerto, 100 coches quemados y 30 casas incendiadas en lo que el general de división israelí, Yehuda Fuchs, llamó “un pogromo perpetrado por forajidos”.
Se reportó en su momento que unos 11 colonos fueron detenidos por los destrozos en Huwara, pero que fueron liberados en cuestión de horas. No se han reportado más detenciones.
A diferencia de lo dicho por Fuchs, el ministro de Finanzas de Israel, el ultraderechista Bazalel Smotrich, afirmó ayer que Huwara debería ser “arrasada”, comentario que fue considerado “repugnante” por el portavoz del Departamento de Estado estadunidense, Ned Price.
Estados Unidos acusó a Israel de no evitar los ataques de colonos contra civiles palestinos en Cisjordania en un informe sobre terrorismo recopilado en 2021 por el Departamento de Estado y difundido ayer.
“El personal de seguridad israelí a menudo no impidió los ataques de los colonos y rara vez detuvo o acusó a los perpetradores de la violencia de los colonos”, señala el documento.
A su vez, diplomáticos europeos mostraron ayer su “sorpresa” por lo que consideran la incapacidad del Netanyahu para controlar a sus socios de gobierno.
“No vemos el control detrás de escena que nos hizo creer que tiene”, declaró un funcionario anónimo a The Times of Israel.
Un segundo responsable europeo señaló: “Parece que hay menos control de lo pensado en un principio. Las políticas y la retórica aceleran las tendencias negativas”.