Con el estreno de Motaati, una obra sobre el placer en todas sus facetas, el coreógrafo Diego Vázquez (Ciudad de México, 1981) prepara su despedida como director del Taller Coreográfico de la UNAM (TCUNAM). “Será como el cierre de mi legado creativo en la compañía”, afirma.
En entrevista, Váquez explica que en las temporadas 109 y 110, que son su último año al frente del TCUNAM, realizará una recapitulación de su gestión con programas que incluyen la reposición de las obras más emblemáticas de Gloria Contreras (1934-2015) y estrenos.
“Desde que me inicié como director la programación está conformada en 60 por ciento por obras de la maestra Gloria y 40 por ciento de estrenos o creaciones de reciente estreno, y así será en la temporada 109”, que comenzó el 26 de febrero pasado en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.
A partir de 2018, el proyecto del coreógrafo y bailarín se basa en la conservación y actualización del repertorio del TCUNAM. La temporada titulada Obertura está conformada por el estreno Testimonio, del coreógrafo y bailarín francés Pascal Marty, del Ballet de la Ópera Gotemburgo; la pieza Sinfonía de los salmos, de Gloria Contreras, y Forward, de la francesa Sarah Matry-Guerre, en torno al tema de la migración.
Sobre la obra de Marty, Vázquez comenta: “conocimos a Marty en un festival digital durante la pandemia y lo invitamos a colaborar con la compañía. Él se interesó por la historia del grupo y la figura de Gloria Contreras y creó la pieza Testimonio, en la que también mezcla vivencias personales”.
El director de la compañía anunció que se estrenarán dos piezas más dentro de la temporada 109: Mikado, de Sarah Matry-Guerre, propuesta coreográfica que sigue las reglas del juego para explicar la sociedad y sus nociones de poder y jerarquía, que se presentará el 29 de abril en la sala Miguel Covarrubias, en los festejos por el Día Internacional de la Danza, así como Motaati, el cierre creativo de Vázquez en la compañía, que se ofrecerán también en la Covarrubias, el 21 de mayo, como parte del Festival El Aleph.
Motaati, explica su creador, “es una palabra árabe que significa ‘mi placer’ y la elegí por mi interés en los artistas electrónicos de Medio Oriente, Egipto, Cisjordania, Líbano y Siria; de hecho, en la pieza utilizo música de estos países. La obra es como un viaje muy personal sobre distintas formas de ver el placer. Por ejemplo, el placer al tacto, a bailar y, en mi caso, el placer de estar en contacto con el agua, el placer en la intimidad”.
En la coreografía participa toda la compañía en escena y es la primera obra que crea Vázquez para el TCUNAM, ya que las versiones de Petrushka y El cascanueces han sido remontajes.
Nostalgia y orgullo
Sobre estos cinco años como director artístico de la agrupación universitaria, el coreógrafo comparte que ha sido un proceso de mucho crecimiento. “Del Diego de 37 años que entró, al Diego de 42, para mí es otro. Mirar hacia atrás me produce nostalgia y mucho orgullo, porque ha sido un gran crecimiento. Recuerdo que cuando me dijeron que sería el director de la compañía estaba muy emocionado, pero desconocía todo el funcionamiento burocrático a pesar de que llevaba 15 años dirigiendo mi compañía Laleget Danza. Es muy distinto cuando estás en un grupo de la universidad que tiene un presupuesto”.
El 5 de marzo en la Covarrubias, la compañía realizará un homenaje a Gloria Contreras con un programa que incluye piezas como Casi una fantasía, con música de Beethoven; Solo para un ángel contemporáneo, con música de Rajmánivov, y Rapsodia en azul, con música de Gershwin.
“Hay una pieza de Andrés Arámbula, Experiencia, que incluyo en el homenaje porque se la dedica a la maestra Contreras y a su maravillosa danza para mujeres. En este tributo presentamos las piezas de la fundadora del TCUNAM y también la obra que ha inspirado en las nuevas generaciones de bailarines y coreógrafos”, indicó Vázquez.
Finalmente, el director de la compañía comentó que este año se presentará el libro conmemorativo Taller Coreográfico de la UNAM 50 años, en la Fiesta del Libro y la Rosa, que reúne más de 400 imágenes a color y 10 textos elaborados por autoridades universitarias y expertos en el arte y la cultura.