La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sostuvo que sus elementos dispararon contra la camioneta donde murieron cinco civiles en Nuevo Laredo, Tamaulipas, la madrugada del domingo pasado, luego de perseguir al vehículo que se estrelló contra otro que estaba estacionado.
Dos días después, la dependencia dio su versión de lo sucedido, según la cual los militares asignados a la base de operaciones de esa ciudad hacían un reconocimiento por la zona cuando, a las 4:50 horas escucharon disparos y luego vieron una camioneta pick up que iba a exceso de velocidad, sin placas y con las luces apagadas.
“Al observar la presencia de las tropas, aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva, deteniendo su marcha al impactarse después con un vehículo que estaba estacionado”, explicó en un comunicado.
“De esta situación, al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego, suceso que actualmente diversas autoridades investigan para determinar la veracidad de los hechos”, agregó la Sedena.
Dentro del vehículo viajaban siete personas, cinco fallecieron, una resultó ilesa y otra más herida y trasladada a un hospital.
La dependencia federal indicó que colaborará con las investigaciones de la Fiscalía General de la República y con la Comisión Nacional de Derechos Huma-0nos (CNDH); en tanto, la Fiscalía General de Justicia Militar indagará los acontecimientos que puedan ser concernientes al fuero castrense.
Luego de la muerte de los cinco jóvenes, los militares acordonaron la zona donde quedó el vehículo en el que viajaban las víctimas; los familiares, enardecidos, comenzaron a agredir a los uniformados, lo cual fue captado en videos que fueron difundidos en redes sociales.
En las grabaciones se observa a los civiles golpeando a los soldados, pero también a militares que arrebatan el celular a uno de los colonos y luego disparan al suelo para dispersarlos y poder remolcar el vehículo.
CNDH inicia queja de oficio
La CNDH informó que inició queja de oficio por los acontecimientos del domingo pasado en la colonia Manuel Cavazos Lerma, de Nuevo Laredo, donde Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Alejandro Trujillo Rocha y Gustavo Ángel Suárez Castillo, de nacionalidad estadunidense, murieron presuntamente a causa de los disparos realizados por soldados.
En un comunicado, señaló que desde el primer momento en que tomó conocimiento de lo sucedido comenzó a recabar la información necesaria para investigar el caso, en el que además, derivado del “ataque”, un joven resultó herido.
Aseguró que está en comunicación con la autoridad señalada por las presuntas violaciones a derechos humanos y se ha puesto en contacto con familiares de las víctimas para brindarles el acompañamiento necesario y la asesoría jurídica que requieran.
La CNDH puntualizó que realizará las investigaciones “que la ley le faculta, con toda seriedad y responsabilidad, como lo ha hecho en otros casos mediáticos”. Precisó que cuando cuente con todos los elementos necesarios, emitirá los pronunciamientos que resulten pertinentes.