La movilización en el Zócalo y otras ciudades no se realizó en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), tuvo como fondo político oponerse a la transformación del país, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador. Consideró que estuvo convocada por “mapaches electorales”. Son “defensores de los fraudes electorales, han formado parte de la corrupción, han pertenecido al narco-Estado”, como mostró el caso Genaro García Luna.
En la visión del Presidente, a los organizadores de la manifestación “no les importa la democracia, sino lo que quieren es que continúe el predominio de una oligarquía, un gobierno de los ricos, de los potentados; (….) no quieren la transformación del país, quieren seguir robando, quieren regresar por sus fueros, quieren seguir manteniendo en la marginación y el olvido a la mayoría de los mexicanos, empobreciéndolos”.
Dedicó gran parte de la conferencia a descalificar a políticos, intelectuales y demás convocantes, al definirlos de “un grupo reaccionario y conservador” que se opone al movimiento progresista. Cuando se reclama que el INE no se toca, en realidad lo que están pensando es en que “la corrupción no se toca, según ellos, los privilegios no se tocan, el narco-Estado no se toca. Esto hablando en plata, ¿no?” Como estrategia, dijo, utilizan la mentira afirmando que se afecta la democracia.
López Obrador estimó que a la manifestación acudieron como 80 mil o máximo 100 mil aquí, además de las que se concentraron en otras ciudades. Sin embargo, aseveró que las concentraciones fueron “todavía muy pequeñas para lo que representa el potencial conservador en México”.
Reconoció que llenaron el Zócalo, aunque de inmediato lo comparó con la capacidad de movilización que han tenido sus simpatizantes:
“Llenan el Zócalo, bueno sí, pero nosotros para poder lograr el cambio lo llenamos 60 veces. Y no sólo lo llenamos; desbordamos, una de las manifestaciones más grandes que ha habido en la historia del país. Nada más observen lo que va a pasar el 18 de marzo.”
Galería de imágenes
El mandatario pidió que se mostrara una galería de fotos de los principales convocantes y decenas de personajes aparecieron en la pantalla del Salón Tesorería, porque “hay que lamparearlos”.
Entre las puntualizaciones que hizo, fue más explícito con el ex ministro de la Suprema Corte y orador en el mitin José Ramón Cossío: “Un farsante abogado, fue ministro de la Suprema Corte de Justicia en pleno narco-Estado, apoyado por Calderón, nunca dijo nada, y él voto en contra de una resolución para que se castigara a los responsables del incendio de la Guardería ABC”.
Al ex presidente Vicente Fox lo definió de “traidor a la democracia”; el ex canciller Jorge Castañeda fue protagonista central de aquel episodio conocido como el “comes y te vas” con Fidel Castro; Gustavo de Hoyos, ex dirigente de la Coparmex, “ese me fue a acusar con el rey de España”; Francisco Labastida, quien se vio involucrado en el Pemexgate, y también mencionó al ex rector de la UNAM José Narro, que se convirtió “en matraquero del PRI”.
Además, “Santiago Taboada, del PAN, alcalde de la Benito Juárez, ahí donde han hecho unas transas inmobiliarias tremendas”; “(Enrique) Krauze, bueno, conocidísimo, ¿no?, intelectual orgánico, muy transa, dependiente de los gobiernos conservadores”; Claudio X. González, “participaron toda la familia, son salinistas, y participaron en el fraude de 2006”.
López Obrador reconoció que hubo saldo blanco en la movilización, aunque ironizó: “Se incrementaron los robos de cartera aquí en el Zócalo, pero eso es intrascendente, ¿no?, o sea, imagínense con tanto delincuente de cuello blanco reunido, pero fue lo único”.