Quito. El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, afirmó ayer que su organización radicalizará las acciones contra las actividades de extracción de petróleo en sus territorios tras el asesinato de Eduardo Mendúa, uno de sus líderes nacionales.
En tanto, el presidente Guillermo Lasso informó al Legislativo que mañana realizará una visita oficial a Costa Rica, fecha en que está anunciado el inicio de una serie de movilizaciones para exigir su salida del gobierno.
En declaraciones a Radio Sonorama, Iza dijo: “hemos resuelto trasladar la movilización a nuestros territorios” tras el asesinato de Mendúa, de 40 años, quien era el encargado de Relaciones Internacionales de la Conaie y dirigente de la comunidad amazónica cofán.
Iza recordó que en la zona donde se perpetró el crimen, las comunidades indígenas han exigido un proceso de “consulta previa” a la actividad petrolera, como señala la Constitución y la normativa internacional, pero que no se produjo y, más bien, las empresas intentaron ocupar esos territorios a la fuerza.
Llamado a organismos internacionales
El líder indígena añadió que la cúpula indígena soporta una persecución permanente, por lo que llamó a los organismos internacionales que defienden los derechos humanos a vigilar y proteger “la vida de los dirigentes sociales”.
En redes sociales, Iza pidió unidad a todos los sectores de la sociedad y estar vigilantes para que el crimen de Mendúa no quede impune y reprochó a ciertos medios de comunicación tradicionales por fomentar “el odio contra las nacionalidades” indígenas.
El relator especial de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, el guatemalteco José Francisco Calí Tzay, recibió la noticia del crimen “con mucha tristeza”, a la vez que exigió “la pronta acción de las entidades de justicia para que el caso no quede impune”.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana (Confeniae), filial de la Conaie, indicó que Mendúa fue ultimado a tiros en el exterior de su vivienda, en la provincia de Sucumbíos, en la zona noreste de Ecuador. Fue sorprendido por dos presuntos sicarios que le propinaron al menos una docena de disparos, de acuerdo con el diario El Universo.
Mendúa “era uno de los rostros visibles de la resistencia en territorio de Dureno ante los conflictos generados por la presencia de compañías petroleras”, recordó la Confeniae, y agregó: “responsabilizamos a Petroecuador por la pérdida de nuestro compañero, que deja en la horfandad a sus hijos, en un conflicto generado por la presencia de dicha empresa, como resultado de la política de extracción del desgobierno de Guillermo Lasso que amenaza territorios”.
Irresponsable, endosar responsabilidades
El ministro del Interior, Juan Zapata, sostuvo que “no es muy responsable tratar de endosar responsabilidades” sin seguir un proceso de investigación.
Mientras, el ministro de Energía y Minas, Fernando Santos Alvite, enfatizó que “Petroecuador no tiene nada que ver en este caso”.
En declaraciones al canal Ecuavisa, el ministro afirmó que entre Mendúa y Petroecuador existían “las mejores relaciones”, al punto de haber estado en su oficina semanas antes negociando el pago de una compensación que se había entregado a parte de la etnia cofán, que está “dividida en dos facciones irreconciliables”.
La disputa obedecería, según el ministro, a un “antiguo problema de tierras” que al ser comunales se dividieron, una fue inscrita a nombre de los miembros de la comunidad y la otra no realizó dicho trámite.
Por lo pronto, una persona que habría participado en el asesinato de un dirigente indígena ecuatoriano fue aprehendida tras cuatro allanamientos realizados en una comunidad de la Amazonia, informó Zapata.
La Conaie, que en junio pasado protagonizó 18 días de protestas en Quito contra el gobierno –hubo seis muertos y unos 600 heridos–, anunció el fin de semana que rompió el diálogo con el Ejecutivo y exigió la renuncia de Lasso.
La decisión se tomó luego de que el gobierno y la Conaie cerraron en octubre negociaciones que entablaron como parte de un “acto de paz” que puso fin a las manifestaciones, pero sin lograr un acuerdo sobre precios de combustibles, el tema más álgido de las conversaciones.