L Las bandas musicales enmascaradas, sin importar el género que interpreten, difunden la tradición de la lucha libre por el mundo, pues “nos identifica como mexicanos en el extranjero”, afirman Crunchy, guitarrista del grupo de surf Lost Acapulco, y Dimon, saxofonista de Ambystoma, banda de cumbia.
Ambos músicos mexicanos compartieron con La Jornada el origen de la capucha en sus agrupaciones y su afición por este deporte espectáculo.
“No somos la primera banda que usa máscaras en el escenario, ya lo había hecho antes Botellita de Jerez, y en la actualidad hay más grupos, como Sr. Bikini, Los Straitjackets, Los Elásticos y Machingon. En las tocadas, no es lo mismo que el público vea a músicos enmascarados en el escenario que a cuatro güeyes aburridos. Usamos máscaras para dar identidad a nuestro proyecto y que nos identifiquen como mexicanos.
“En un inicio usamos de diferentes peleadores, después varios amigos nos ayudaron a rediseñarlas para que se acoplaran a nuestra personalidad; las mandamos a hacer con mascareros profesionales, de tradición, como Arturo Bucio o el señor Martínez. La mayoría de nuestras máscaras las ha hecho Bucio”, agregó el guitarrista de Lost Acapulco.
La banda se integra por Warpig, Reverendo, Sr. Ramírez y Crunchy. Se originó en Guerrero y debutó en 1996; desde entonces comparten el folclor de la lucha libre en el país, así como en ciudades de Europa y Norteamérica.
“Lo que me llama la atención es que también hay mucho público enmascarado. Cuando empezamos a tocar, las personas hacen las pantomimas de lucha libre, se avientan y hacen llaves; la verdad, desde el escenario nos la pasamos muy bien, pero no queremos que se pongan todos máscaras; ahora le toca a la nueva generación aportar nuevas cosas”, puntualizó Crunchy.
Lost Acapulco se presentará en el festival Vive Latino de este año, donde compartirán sus éxitos con los fieles seguidores.
Calles llenas de lucha
Para Dimon, de Ambystoma, la máscara y la lucha libre están vigentes. “Incluimos las máscaras a la imagen del grupo porque somos muy aficionados a la lucha libre y para compartir ese gusto con nuestros seguidores.
“Las máscaras que usamos las hacen los artesanos que confeccionan las de los luchadores profesionales. Las primeras nos la elaboró un cuate muy bueno llamado Rollin; su familia se ha dedicado a la fabricación desde hace tiempo, pero tenemos otras de Fernando Puentes.
“Muchas veces llegamos a los lugares donde el público no nos conoce, se les hace raro vernos enmascarados, hasta nos han preguntado si somos Lost Acapulco o si tocamos surf”, refirió Dimon.
La afición del saxofonista por la lucha libre se inició por su abuelo paterno, cuando juntos veían las funciones por la televisión; además, el músico maneja su propia agencia llamada Lucha Madre, que ofrece funciones en la Ciudad de México y promueve a luchadores emergentes.
“Estoy seguro de que en una caminata por las calles de la ciudad encuentras más de una referencia a la máscara y la lucha, ya sea en un cartel, un sticker, grafiti o playera; son cosas que en la ciudad están muy presentes. Pero me parece que no se ve mucha lucha como antes, además de que no han salido nuevos peleadores; pero hay, por ejemplo, una serie en Netflix y muchas marcas en comerciales que utilizan la máscara”, aseguró Dimon.
La agrupación Ambystoma nació en 2014 y está integrada por Quet-zin en la voz, Xolo en las percusiones, Dimon en el saxofón, Agave Azul en la trompeta y Axolote en el acordeón. Adoptaron su nom-bre del animal endémico de la Ciudad de México: el ajolote. La finalidad del conjunto es “cumbiar al mundo con su estilo enmascarado”.