Cutro. Alrededor de 60 migrantes, incluidos 12 niños, murieron ayer al naufragar su embarcación cerca de la ciudad italiana de Crotone. La cifra de fallecidos puede aumentar, pues deacuerdo con los bomberos de la localidad, la embarcación llevaba a hasta 200 migrantes.
La tragedia ocurrió días después de que el Parlamento italiano, dominado por la extrema derecha, aprobó una nueva ley que obliga a los barcos humanitarios a efectuar un solo rescate por salida al mar.
“Hasta hace unos minutos, el número de víctimas confirmadas era de 59” reportó a las cuatro de la tarde local el alcalde de Crotone, Vincenzo Voce.
Según rescatistas, uno de los 12 niños muertos era un recién nacido, y, entre los adultos, fallecieron 33 mujeres. Manuela Curra, funcionaria de la ciudad, expuso que la embarcación salió de la ciudad turca de Izmir, en el mar Egeo, hace tres o cuatro días.
El bote chocó contra unas rocas cerca de la costa. Un presunto traficante fue detenido indicó una fuente policial.
La primera ministra Giorgia Meloni, líder del partido Hermanos de Italia (extrema derecha), expresó su “profundo dolor” y agregó: “Es criminal mandar al mar una embarcación de apenas 20 metros con 200 personas a bordo y con un mal pronóstico del tiempo.
Añadió: “El gobierno está comprometido a impedir las salidas y este tipo de tragedias y seguirá haciéndolo al exigir la colaboración de los estados de salida y de origen”.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, precisó que muchos de los migrantes de la embarcación que naufragó procedían de Irán y Afganistán, quienes “huían de condiciones de vida muy difíciles”. Fuentes de grupos de auxilio dijeron que también había paquistaníes y somalíes.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, urgió avanzar en la reforma del derecho de asilo en la Unión Europea.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que “toda persona que busca una vida mejor tiene derecho a la seguridad y la dignidad”, y pidió “corredores seguros y legales para migrantes y refugiados”.
El Parlamento aprobó el jueves pasado una nueva ley que obliga a los barcos humanitarios a efectuar un solo rescate por salida al mar normativa que, según sus críticos, aumenta el riesgo de muertes en el Mediterráneo Central considerada la ruta de movilidad de indocumentados más peligrosa del mundo.
Aunque las ONG rescatan un mínimo porcentaje de migrantes, pues la mayoría son interceptados por la guardia costera o por embarcaciones de la armada, el gobierno las acusa de estimular las llegadas y de alentar a los traficantes.
Filippo Grandi, jefe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, afirmó que llegó “el momento de que los estados dejen de debatir y acuerden medidas justas, eficaces y compartidas para evitar nuevas tragedias”.
La ONG Mediterranea Saving Humans afirmó en un comunicado: “Hay que aclarar muchas dudas sobre este naufragio. Sólo los canales seguros y legales de entrada a Europa pueden evitar más tragedias”.
Agregó: “Meloni habla de ‘la responsabilidad de los traficantes’. Pero el tráfico ilegal existe sólo porque no hay canales de entrada legales a Europa. En cualquier caso, olvida mencionar que la tragedia humanitaria, que ha convertido al Mediterráneo en una gran fosa común, no comenzó hoy. Sabes muy bien, Meloni, que sin alternativas seguras, los traficantes seguirán proliferando y haciendo su negocio. Pero la ‘defensa de las fronteras sagradas de la patria’, esa sucia propaganda que sigue contaminando cualquier debate sobre migración, necesita su tributo de sangre inocente”.