La tortuga, que transita por los mundos literario, mitológico, mágico, religioso, del arte plástico, biológico y musical, fue el centro de una charla que impartió la narradora y ensayista Silvia Molina este jueves.
La escritora compartió en las redes sociales de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) fragmentos de su libro Leyendo en la tortuga, cuya redición, corregida y aumentada, se publicará con el sello de la institución.
Molina explicó que su texto es una “especie de diccionario” de este “animal lento por excelencia, un ser agazapado de mirada triste. Tal parece que sufriera una condena cargando su casa pétrea, pesada y con milenios de dolor”.
En la lectura de la introducción, describe al reptil como un “animal mágico, lujurioso, tolerante, lleno de fortaleza, paciente y partícipe de la longevidad del cosmos; es considerado un fósil viviente, porque surgió sobre la tierra hace más de 300 millones de años”.
La integrante de la AML refirió que “la tortuga aparece en la mitología, en la magia y en la religión de muchos pueblos desde la más remota antigüedad, con su marcada coincidencia en la utilización de sus símbolos. Asociada a la tierra y al agua, imagen de pereza, símbolo de lujuria, representación del silencio, del cosmos y del sueño. Emblema del tiempo y de la inmortalidad”.
Destacó que “la literatura es quizás el testimonio más paciente de la curiosidad del hombre por este reptil a lo largo de la historia. Resulta asombroso ver cómo la tortuga ha sido creada recurriendo consciente o inconscientemente a los atributos a la mitología que los pueblos primitivos le otorgó”.
La académica comentó que dada su difusión en diversas áreas, es “natural encontrarla también en las artes plásticas. Pintura, escultura y arquitectura han dado lugar a magníficas representaciones de este animal en todos los rincones del mundo”. Ha sido plasmado en las estelas de Quiriguá, en Guatemala, en la Casa de las Tortugas en Uxmal o en el muro del templo de los guerreros en Chichen Itzá, así como en cuadros de artistas japoneses.
“Francisco Toledo es el pintor que mejor ha sabido captar y plasmar con hermosura y sutileza las formas misteriosas de este quelonio”, opinó Silvia Molina.
La también editora informó que el título, publicado originalmente en 1981 por Martín Casillas Editores, “fue un juguete para mí. Armarlo fue divertido. La selección está realizada de acuerdo con los temas que aparecen con mayor frecuencia en la literatura y con el propósito de demostrar al lector curioso una pequeña variedad de las expresiones que ha suscitado este maravilloso reptil”.
Enseguida leyó ejemplos de las tortugas en las culturas china, japonesa, maya y mexica. También desgranó fragmentos de escritores que han abordado al reptil, como Jorge Luis Borges, Enrique González Rojo, Octavio Paz, José Lezama Lima, Ramón López Velarde, Ernesto Cardenal y Federico García Lorca, así como refranes y entradas de diccionarios.