Ciudad de México. La política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción, advirtió el semanario católico Desde la fe, al cumplirse un año del inicio de la guerra en Ucrania.
En su editorial indicó que “llevamos un año de sufrimientos injustos, de terribles imágenes que nos recuerdan otros tiempos, otras guerras. Ningún seguidor de Jesucristo, ningún creyente debe incitar a la guerra ni a sentimientos de odio, hostilidad, extremismo”.
Llamó a que se terminen los escenarios de violencia, el odio entre las naciones, las hostilidades entre los pueblos, el extremismo”.
Recordó que el 24 de febrero se cumplió un año de que Kiev, la capital ucrania, amaneciera asediada por los bombardeos anunciados por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, como parte de una operación para desmilitarizar Ucrania y evitar un presunto avance de la OTAN hacia territorio ruso.
Dicha operación “dejó de ser especial en la medida en que se convirtió en permanente, y a un año de aquellos primeros ataques no se vislumbra una salida a este conflicto”.
Apuntó que de acuerdo con un reporte difundido por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos el número de civiles ucranianos que han muerto desde el inicio del conflicto ha rebasado los ocho mil, mientras que el número de heridos ascienden a 13 mil. Asegura que entre los fallecidos hay dos mil 616 hombres, mil 856 mujeres, dos mil 341 niños y más de 200 niñas. Aunque la ACNUDH admite que el número de muertes puede ser mucho mayor, ya que existe retraso en la información proveniente de algunos lugares en que actualmente ocurren hostilidades.