Los líderes sindicales en México han sido protagonistas de la historia nacional. No podríamos entender movimiento obrero alguno sin la participación del camarada que nos dirige, estimula y convoca a trabajar en equipo, por lo menos en el sector energético así lo vivimos, porque nuestros dirigentes eran los diseñadores de las estrategias de lucha y compartían sus ideas y propuestas, al tiempo que integraban las que surgían de aquel o aquella integrante del sindicato. El líder, si verdaderamente lo es, tiene la tarea de gestionar la solución de los conflictos.
En el artículo publicado en La Jornada “Reconocimiento a Rafael Galván”, mencionamos que el nombre de la importante planta de energía solar, localizada en Puerto Peñasco, en Sonora, llevaría el nombre de Planta Fotovoltaica Rafael Galván.
Sin embargo, en la placa de inauguración no aparece el nombre del ingeniero; esperamos que corrijan y se concrete el cambio de nombre, como lo sugirió el Presidente de la República.
La planta de aprovechamiento de la luz solar, parte del Plan Sonora, que tanto el pueblo sonorense como el resto del país hemos recibido ha dado lugar a grandes expectativas.
Pero al mismo tiempo es muestra del compromiso que México tiene ante los programas dirigidos al control del calentamiento global. En reciente encuentro (después de cuatro anteriores) el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió con un grupo de funcionarios estadunidenses, encabezado por John Kerry, encargado de asuntos climáticos de la Casa Blanca.
El encuentro y tal vez otros próximos, se realizan para acordar mejores estrategias que permitirán aprovechar los recursos energéticos sin desperdiciar ninguno. Es decir, se tomarán medidas estratégicas de ambos países sobre el reciclado de otros energéticos.
Se espera que las acciones se habrán de concretar a largo plazo, así, la utilización de las energías limpias está en camino. Este es uno de los ejes fundamentales del Plan Sonora. Las reuniones de funcionarios de los gobiernos mexicano y estadunidense que han incluido al canciller Marcelo Ebrard, al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, y al embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, tienen la finalidad de aprovechar los apoyos que pueden llevarse a cabo entre ambas naciones.
No se trata de “rendir cuentas” al gobierno del país vecino. Sino de llevar a cabo, lo más pronto posible, todo aquel proyecto que beneficie a nuestra población y genere ganancias, no sólo en dinero, sino sobre todo en favor de la salud colectiva de los mexicanos y del entorno.
El proyecto del Plan Sonora incluye la exploración y la explotación del litio, mineral de gran importancia estratégica para impulsar la producción de energía eléctrica a través de este mineral. Los yacimientos de este recurso en Sonora beneficiarán a la población mexicana y, además, permitirán el aprovechamiento, como ya lo mencionamos, de la energía solar a través de celdillas fotovoltaicas.
En tanto, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) estará al frente de estos proyectos y ello implica que la experiencia de profesionales del área garantizará un avance importante en la electrificación del país por esta vía.
El uso de la energía solar, aunque no es una idea nueva ni mucho menos, será ahora una realidad tangible a escala masiva. Cabe mencionar que las empresas privadas que han intentado dominar el recurso de la energía solar, no benefició a la población, pero si permitió la especulación y grandes cantidades de dinero salieron del país.
Para echar a andar un proyecto ambicioso de utilidad a escala masiva era urgente tomar las riendas de la exploración y explotación de nuestros recursos: Fue necesario expropiar el litio, aunque en el artículo 27 ya estaba consignado.
La experiencia de la utilización de celdillas fotovoltaicas individuales ha tenido resultados positivos, pero es hasta ahora que se utilizará en México, la energía eléctrica limpia para provecho de millones de familias ya llega.
Retomando el asunto del reconocimiento a Rafael Galván, existe la propuesta de convertir en museo la casa ubicada en el número 94 de Zacatecas de la colonia Roma, actualmente convertida en Casa de Cultura Rafael Galván por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La UAM ha resguardado el lugar como Centro de Educación y Extensión Universitaria: Casa Rafael Galván-UAM. Sin embargo, la importancia para la historia del sindicalismo va más allá, pues la convertirá en un lugar de aprovechamiento para todo el público.
Los documentos históricos que permanecen en la casa deben rescatarse, por lo cual la sugerencia de convertirla en un espacio público, como lo son los museos de sitio, es acertada. La propuesta ha sido sugerida por diversos allegados al ingeniero Galván.
El hecho es que, después de los análisis expuestos en diversas asambleas del Sindicato Único de Trabajadores Nucleares, la opinión generalizada es el rescate de dicho inmueble, para beneficio de toda la población y del movimiento sindicalista actual.