México no responderá el paso dado por la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en la escalada de las tensiones diplomáticas entre ambas naciones que se inició tras la destitución del presidente Pedro Castillo, que ha sido duramente criticada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Luego de que el viernes por la noche el gobierno de Boluarte, quien fue calificada esa misma mañana de “espuria” por López Obrador, anunció el retiro definitivo de su embajador en México, la cancillería lamentó ayer la decisión y aseguró que el gobierno mexicano mantendrá su nivel de representación diplomática y consular en Perú.
Boluarte manifestó en un mensaje a su nación que la retirada definitiva de su embajador en México, Manuel Gerardo Talavera Espinar, es una respuesta a las críticas de López Obrador, a quien le reprocha por afectar gravemente las relaciones de respeto mutuo para privilegiar afinidades ideológicas. Previamente, en diciembre, el embajador de México en Lima, Pablo Monroy Conesa, fue expulsado de Perú por el gobierno de Boluarte, también a raíz de los señalamientos del mandatario mexicano.
López Obrador expresó el viernes en su conferencia de prensa matutina cuestionamientos a la actuación de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la crisis que se vive en Perú y manifestó que el gobierno de México seguirá insistiendo en la liberación de Castillo, a cuya esposa, Lilia Paredes, le otorgó asilo.
López Obrador arremetió también contra Boluarte, de quien señaló que tiene apenas el 15 por ciento de aprobación ciudadana, pese a lo cual manda “con las bayonetas, con la represión, con la fuerza” y la llamó “espuria”.
El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, lamentó ayer la decisión del gobierno de Perú de reducir el nivel de las relaciones diplomáticas entre ambos países al de encargado de negocios y retirar de manera definitiva al embajador Manuel Gerardo Talavera, quien fuera llamado a consultas el pasado 15 de diciembre de 2022.
La cancillería anunció que mantendrá su nivel de representación diplomática y consular para promover los vínculos entre ambos pueblos y brindar atención a la comunidad mexicana en Perú.
Reiteró en un posicionamiento su convicción de mantener abiertos los canales de comunicación diplomáticos en beneficio de ambas sociedades.
La cancillería hizo votos “para que pronto se alcance un acuerdo democrático a las desavenencias que prevalecen en este hermano país”.