La bandera nacional ha sido el símbolo de unidad de todos los mexicanos, al margen de su pertenencia a diversos grupos políticos y sociales, y ha sobrevivido a muchos intentos por modificar su composición, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Una de esas tentativas de cambio, recordó el mandatario durante la ceremonia del Día de la Bandera, fue cuando en un “sexenio reciente” –en alusión al de Vicente Fox– se mutiló el escudo, “lo que se conoció como ‘águila mocha’”.
En el acto protocolario realizado ayer en Campo Marte, López Obrador recordó que “en ese entonces, periodistas y caricaturistas, como Rafael Barajas, El Fisgón, emprendieron una campaña hasta que dicho flagelo se corrigió en 2008, estableciéndose que el escudo nacional no volvería a aparecer con el águila mutilada”.
Ante integrantes del Ejército, la Fuerza Aérea, la Secretaría de Marina y la Guardia Nacional, el Presidente hizo un recorrido histórico por la evolución del lábaro patrio, en el cual prácticamente siempre persistió la simbología indígena y prehispánica del águila luchando con la serpiente, parada en un nopal.
De igual forma, rememoró el papel que tuvo la bandera en etapas como el inicio del movimiento independentista, el surgimiento de la primera República federal, la invasión de Estados Unidos, la República restaurada de Benito Juárez, la Revolución Mexicana y el Congreso Constituyente que dio forma a la actual Carta Magna.
Tras esta larga serie de acontecimientos, indicó que en 1940 el presidente Lázaro Cárdenas estableció el 24 de febrero como el Día de la Bandera, celebración que se ha realizado año con año desde entonces.
La bandera “es tan respetada, que hasta en posturas políticas completamente opuestas y contrarias, las autoridades la han enarbolado”.
López Obrador trajo a la memoria la molestia del presidente Gustavo Díaz Ordaz con los integrantes del movimiento estudiantil de 1968 que usaron el lábaro en sus manifestaciones, así como episodios en que el símbolo nacional fue modificado, como en el Mundial de Futbol de 1970, cuando el escudo fue sustituido por la imagen de un balón.
En esencia, dijo López Obrador, “podemos hablar de tres conclusiones: una, nuestra bandera, en su evolución, amalgamó símbolos de nuestro pasado prehispánico, del México colonial y de la República independiente.
“Segundo, que su historia está vinculada a las luchas de nuestro pueblo por la libertad, la justicia, la democracia y la soberanía nacional, y tercero, que nuestra bandera ha conseguido ser el emblema cívico de unidad más respetado por todas y todos.
“Está por encima de banderías partidistas y otros intereses particulares o de grupos, por legítimos o poderosos que sean; por eso hoy recordamos que, aun siendo diversos en la cultural, lo político y social, nos reconocemos los mexicanos en nuestra bandera, porque ella representa, esclarecida y eterna, a la grandeza de nuestra patria.”
En la ceremonia participaron diversos secretarios de Estado, el fiscal Alejandro Gertz Manero, así como los presidentes de las mesas directivas de las Cámaras de Diputados y Senadores, y el ministro Jorge Pardo Rebolledo, como representante del Poder Judicial de la Federación.