Berlin. Las seis funciones programadas durante el festival de Berlín del documental sobre Joan Báez registraron llenos totales.
I am a noise (Soy un sonido) retrata un sinnúmero de aspectos de la carrera y la vida privada del ícono de la música folk y pacifista estadunidense de ascendencia mexicana.
Sus amigas Karen O’ Connor, Miri Navasky y Maeve O‘Boyle dirigen la cinta y el recorrido por su larga vida.
De padre mexicano nacido en Puebla y madre escocesa-estadunidense, a partir de la década de los sesenta se convirtió en una de las más importantes activistas políticas de Estados Unidos y representante de la canción de protesta.
El documental no sólo es un recuento de su larguísima carrera de 60 años, sino también da testimonio de su gira mundial de despedida en 2019.
Acercándose ya a los 80 años, Joan Báez derrocha transparencia y humildad a la hora de referirse a la lucha a lo largo de su larga vida por mantener equilibrio emocional, sus periodos depresivos, el haberse sentido víctima de abuso en su núcleo familiar y no ser capaz de comprobarlo y algo que no deja de ser doloroso: el inevitable deterioro de su voz dada su avanzada edad.
La cinta recorre un viaje desde la infancia de Joan, la relación con sus padres, con sus dos hermanas.
El acceso a su diario personal con letra manuscrita de Joan, pasando lentamente página por aspectos relevantes de su larga vida llevan al espectador a compartir la intimidad de una extraordinario ser humano que no repara en reconocer su fragilidad y donde justamente radica su fuerza.
La cita de Gabriel García Márquez con que comienza el documental, “todo mundo tiene tres vidas, una vida pública, una vida privada y una vida secreta”, se convierten en sinergia en la pantalla en este trabajo.
La fuerza y dulzura de su voz, de su mensaje y compromiso social y político la convirtieron en un ícono.
El jurado de la Berlinale anuncia hoy qué películas serán galardonados por el jurado presidido por la actriz Kristen Stewart.