El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo ayer que, por el bien del país, el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, debería convertirse en testigo protegido y revelar mayor información de su desempeño: si recibía órdenes o qué informaba a los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón o la actuación en México de las agencias estadunidenses.
En su conferencia matutina, el mandatario consideró que la confirmación de que García Luna estuvo involucrado con la delincuencia organizada es muestra de la decadencia del viejo régimen.
Además, descalificó la postura de Calderón, difundida la víspera, sobre el juicio al ex funcionario, porque sólo se dedicó a hacer “apología de la violencia del Estado”.
El Presidente opinó que Calderón se salió por la tangente al evaluar el caso de García Luna y, como lo hiciera Gustavo Díaz Ordaz en su momento, asumió que “yo fui el responsable” de la guerra contra el narcotráfico.
López Obrador cuestionó al ex presidente panista: “¿Cuál es la explicación que le vas a dar al pueblo de México sobre el porqué nombraste a García Luna? Y si sabías o no sabías. Sobre eso es que queremos información, esa es la explicación que estamos esperando”.
Sobre un eventual proceso legal en México contra García Luna por sus vínculos con el narcotráfico, pidió esperar a que se resuelva totalmente el caso, pues consideró que aún falta por salir información importante.
García Luna fue hallado culpable el martes pasado en Estados Unidos de cinco cargos, en su mayoría ligados al narcotráfico. El juez dictará sentencia el próximo 27 de junio.
López Obrador recordó que durante el juicio la fiscalía presentó un organigrama de “un cártel que funcionaba desde el gobierno. Entonces ¿qué, no sabía el presidente?”
¿Qué más sabe García Luna?
Según el mandatario, la opción de que García Luna se declare testigo protegido abriría la puerta para obtener más información, porque su paso por el gobierno incluye a la Agencia Federal de Investigación, en el sexenio de Fox, aunque realmente comenzó a ser conocido como titular de Seguridad, con Calderón.
Impugnó la idea de que Calderón desconociera lo que hacía García Luna: “¿Quién le da el poder? ¿Quién le transfiere, le transmite el poder a un secretario, si los secretarios por ley son nombrados, están bajo las órdenes del presidente?”
Enfático, López Obrador aseveró que es relevante obtener más información de la relación Calderón-García Luna (aunque implicara reducirle la pena): “¿Por qué lo tuvo Calderón seis años? Porque no todos los secretarios estuvieron todo el sexenio. Este fue de principio a fin, igual que el secretario de la Defensa, igual que el secretario de Marina. ¿Nunca vio nada raro? ¿Cuáles eran los acuerdos? ¿Qué órdenes le daba?”
También expresó que sería bueno que, como testigo, García Luna aportara más información de su relación con las agencias estadunidenses, para determinar hasta dónde llegaban sus vínculos, porque en su momento autoridades de Washington condecoraron al ex secretario.
López Obrador evocó también la operación Rápido y furioso, por la cual agencias estadunidenses permitieron en 2009 introducir a México un arsenal para seguirle la pista, que al final se perdió.
“Fue una acción concertada y eso tampoco está” en el juicio, manifestó el Presidente. “Me llamó mucho la atención que el abogado de García Luna no haya planteado esto, o sea, elemental, para defender a su cliente. Mal abogado ¿o qué es lo que hubo en todo esto?”
Juicio en Florida
–¿Se podría solicitar la extradición a México? –se le preguntó.
–Hay que esperarnos, es que todavía no termina. Es muy importante lo que han declarado allá, tener todo lo que van a terminar resolviendo y luego aquí hay denuncias por resolver.
Afirmó que continuará el juicio promovido por el gobierno mexicano contra García Luna, para recuperar más de 700 millones de dólares en cuentas del ex secretario, de familiares o socios, o bien en empresas.
En su revisión del caso, López Obrador criticó resoluciones judiciales en México. Declaró que en medio de la algarabía sobre la declaratoria de culpabilidad del ex secretario, un tribunal de circuito liberó las cuentas de Cristina Pereyra, esposa del ahora convicto, como ya había ocurrido con otro acusado, Luis Cárdenas Palomino, cercano a García Luna.
Molesto por la decisión de los magistrados, insistió en la urgencia de una reforma profunda al Poder Judicial, porque, aseguró, no se pueden dejar en el olvido estas actuaciones. Emplazó a que el mismo miércoles deberían de pronunciarse los ministros de la Corte, cuando menos los consejeros de la Judicatura, sobre este asunto. “Ojalá y den una conferencia de prensa o cuando menos saquen un boletín”.
Auguró cuál será la “excusa” del Poder Judicial para no intervenir en el caso de la liberación de cuentas de Pereyra: jueces y magistrados son autónomos. “¿Qué no es un agravio al Poder Judicial que el mismo día que están enjuiciando y declarando culpable a García Luna, aquí se esté resolviendo descongelar sus cuentas?”
Pidió dejar claro que el proceso que se realiza en Nueva York es contra un ex funcionario, no contra México. Será una resolución que permitirá combatir la corrupción y la impunidad para evitar su repetición.