Nablus. Al menos 11 personas murieron y más de 100 resultaron heridas ayer durante una redada de las Fuerzas de Defensa de Israel en la ciudad de Nablus, al norte de Cisjordania, donde se registran frecuentes enfrentamientos, informó la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Las fuerzas israelíes supuestamente buscaban a los miembros de una célula vinculada con la muerte de un militar en octubre de 2022.
Las autoridades locales incluyeron en la lista de heridos a dos periodistas que cubrían la operación, en las que los militares utilizaron fuego real, gases lacrimógenos y bombas aturdidoras.
Además de un adolescente de 16 años, nueve hombres de 23 a 72 años murieron durante la incursión, anunció el Ministerio palestino de Salud. La Yihad Islámica indicó que Hossam Isleem y Mohammad Abdulghani, dos de los comandantes locales de su brazo militar, figuraba entre los muertos.
Los nombres de 10 de los fallecidos eran: Adnan Sabe Baara, de 72 años; Mohammad Khaled Anbousi, 25; Tamer Minawi, 33; Musab Owais, 26; Hossam Isleem, 24; Mohammad Abdulghani, 23; Waleed Dakheel, 23; Abdulhadi Ashqar, 61; Jasser Abdelwahab Qan’eer, de 23, y Mohammad Farid Shaaban, de 16, informó Al Jazeera.
Al menos 102 personas fueron hospitalizadas por heridas con bala en diferentes establecimientos de esta gran ciudad palestina, algunas de las cuales están en un estado grave, indicó el ministerio en un comunicado. Además, unas 250 personas resultaron afectadas con gases lacrimógenos.
Las fuerzas israelíes indicaron poco antes de las 10:30 que estaban llevando a cabo una operación en Nablus, pero sin dar más detalles.
Según testigos, los militares bloquearon todas las entradas a la ciudad antes de rodear la casa donde se encontraban los dos comandantes locales de la Yihad Islámica, lo que provocó fuertes enfrentamientos entre palestinos armados y uniformados israelíes, que lanzaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra residencias familiares y comercios, según la agencia Wafa.
Se trata de la incursión más sangrienta en Cisjordania por lo menos desde 2005, con un balance similar a la del 26 de enero en Jenin, también en el norte de Cisjordania, donde 10 palestinos murieron, entre ellos combatientes y una sexagenaria.
Los soldados abandonaron la ciudad unas tres horas después, según corresponsales de Afp. Uno de ellos vio soldados israelíes lanzar granadas de gas lacrimógeno en dirección a jóvenes palestinos que tiraban piedras contra vehículos militares y quemaban neumáticos.
Mohammed Al Jatib uno de los periodistas de Palestine Tv, resultó herido en la incursión, indicó un reportero de esa cadena de televisión.
En la tarde, una multitud se reunió en la ciudad, incluidos hombres armados, para un funeral.
“Las autoridades de ocupación y el gobierno israelí de extrema derecha son responsables de esta horrible masacre”, declaró Saeed Abu Ali, secretario general adjunto de la Liga Árabe para Asuntos Palestinos. Jordania, el país vecino, hizo un llamado a la calma y dijo que trabajará “de manera intensa con todas las partes” para poner fin a la escalada de violencia.
Desde Nueva York, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, exigió el fin de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados, al tiempo que condenó el “terrorismo” en medio de la renovada violencia en Cisjordania. “Cada nuevo asentamiento es otro obstáculo en el camino hacia la paz”, dijo.
La Unión Europea condenó el operativo en Nablus.
El portavoz de la presidencia de la ANP, Nabil Abu Rudeineh, culpó a “las fuerzas de ocupación” de cometer nuevos abusos y reclamó ayuda a la comunidad internacional, y un responsable del brazo armado de Hamas, Abu Obeida, advirtió que desde Gaza observan las acciones del “enemigo: nuestra paciencia se está agotando”. También Yihad Islámica dijo que “la sangre de los mártires de Nablus no ha sido derramada en vano”, informó el periódico Haaretz.
Las fuerzas israelíes realizan desde hace casi un año operaciones presentadas como “antiterroristas” en busca de “sospechosos” en el norte de Cisjordania, sobre todo en las ciudades de Jenin y Nablus, bastiones de grupos armados.
Estos últimos enfrentamientos ocurren cuando ha aumentado la violencia desde el inicio del año en Cisjordania, territorio palestino ocupado desde 1967 por Israel.
En lo que va del año, el conflicto israelí-palestino ha costado la vida a más de 50 palestinos (entre ellos miembros de grupos armados y civiles, así como menores), nueve civiles israelíes (entre ellos tres menores) y una ucrania, según el recuento de Afp a partir de fuentes oficiales israelíes y palestinas.
Al cierre de esta edición, en la primeras horas de hoy sonaron sirenas en el sur de Israel, luego de que medios palestinos informaron que militantes dispararon cohetes desde el norte de la franja de Gaza. No se reportaron víctimas, tampoco se informó si Tel Aviv respondió a la andanada de cohetes.