Varsovia. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió ayer con los líderes del flanco oriental de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para mostrar apoyo a su seguridad, después de que Moscú suspendió un histórico tratado de control de armas nucleares, lo que el mandatario calificó de “gran error”.
Biden llegó a la capital polaca a última hora del lunes tras una visita sorpresa a Kiev, días antes del aniversario de la invasión rusa de Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, suspendió temporalmente su participación en el tratado de control de armas Nuevo START III –firmado en 2010 y que limita el número de cabezas nucleares estratégicas desplegadas por Moscú y Washington– y advirtió que el Kremlin podría reanudar las pruebas nucleares.
Biden se reunió con los líderes de los Nueve de Bucarest, países del este europeo que pertenecen a la OTAN: Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Bulgaria, Eslovaquia, República Checa y Rumania.
Al comienzo de la reunión, el mandatario reafirmó el compromiso de Estados Unidos con su seguridad: “como flanco oriental de la OTAN, son la primera línea de nuestra defensa colectiva. Ustedes saben mejor que nadie lo que está en juego en este conflicto, no sólo para Ucrania, sino para la libertad de las democracias en Europa y el mundo”.
En el contexto de esta reunión con el flanco oriental, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó ayer: “no podemos permitir que Rusia siga socavando la seguridad europea. Debemos romper la espiral de agresión rusa”, y dijo que se debe garantizar que “la historia no se repita”, tras recordar la guerra de Georgia, en 2008, o la invasión de Crimea y el Donbás en 2014.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) suspendió la membresía de Rusia en la organización, afirmó el jefe de la Unión de Periodistas de Rusia, Vladimir Soloviov, quien subrayó que la organización rusa tacha esta decisión de infundada y políticamente motivada.
La FIP explicó en un comunicado que “la decisión se tomó luego de una investigación sobre la conducta de la Unión de Periodistas de Rusia desde la invasión a Ucrania”, sobre todo en cuanto a que abrió sucursales “en los territorios ucranios anexados”.
La invasión rusa a Ucrania hace un año supone una “afrenta a nuestra conciencia colectiva”, aseveró ayer Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas en la Asamblea General, en la cual Kiev y sus aliados esperan el apoyo masivo a una resolución que pide una “paz justa y duradera”.
“El primer aniversario de la invasión de Ucrania por Rusia representa un sombrío hito para el pueblo ucranio y para la comunidad internacional. Esta invasión es una afrenta a nuestra conciencia colectiva”, declaró Guterres.
El Papa llama a un alto el fuego
El papa Francisco pidió ayer el fin de la “absurda y cruel” guerra en Ucrania y renovó su llamado para que se dediquen “esfuerzos concretos a alcanzar un alto el fuego e iniciar negociaciones de paz”.
La fundadora de la organización Médicos por la Responsabilidad Social, galardonada con el Premio Nobel de la Paz, Helen Caldicott, aseveró que si Biden en verdad tuviera conciencia de las graves consecuencias del conflicto en Ucrania “volaría a Moscú y negociaría el fin de esta locura nuclear; en lugar de eso, los políticos relevantes operan desde un imperativo alimentado por la testosterona de forma muy parecida a como lo hicieron durante la Primera y la Segunda guerras mundiales”.