Después del encuentro en Jalisco con sabor a destape político de José María Martínez, se abrió una discusión sobre las decisiones que deberá tomar Morena para el 2024 si quiere triunfar en el proceso electoral.
En los últimos tres procesos, la política en la entidad ha estado dominada por coaliciones que emanan del PAN y el PRI con las que hoy resulta el ascenso de Movimiento Ciudadano. Desde el 2012, podemos identificar tres aprendizajes que debe observar el partido de la Cuarta Transformación para el estado y los horizontes de este proceso: las candidaturas, las plataformas y los puentes.
En Morena hay marca, eso es claro a nivel nacional. Sin embargo, a pesar del buen momento del partido no ha conseguido el triunfo en esta entidad. Se pueden establecer diversas hipótesis: por un lado, ha funcionado el discurso de contraste y miedo contra el obradorismo, pero, por otro lado, también hay candidaturas que de forma sistemática han acumulado derrotas personales en las que arrastran a la marca.
Es probable que las dos son ciertas. Sin embargo, es importante destacar que en 2012, la coalición obradorista pierde en el último mes la elección a la gubernatura y al Senado de la República; en el 2018, a pesar de que la coalición del hoy presidente logró la victoria, en Jalisco no pudieron hacer historia; en el 2021, sucedió algo similar con las principales alcaldías.
En el proceso del 2018, es importante identificar que hay una discrepancia entre el resultado local y el nacional. Algunas candidaturas se han mantenido constantes, junto con la cosecha de derrotas. Lo que resulta a que hay un reto más grande en la decisión de las candidaturas que con el temor a la narrativa de contraste.
Segundo, la construcción de plataformas. Morena en Jalisco debe apostar a la transformación interna que hizo el presidente en 2018; dejar de ser el candidato de una porción de la población para construir la coalición en la que todos caben.
Cabe resaltar que que Morena en Jalisco debe conectar con las candidaturas a nivel nacional. Después de los procesos más recientes en el 2018 y 2021 que el partido del presidente logró mantener su ventaja, es irónico que en el estado no logran superar el techo y sumar a la marca.
En este sentido, es evidente que a nivel nacional ya se han dado cuenta que las mismas candidaturas y los mismos métodos son la fórmula para ser competitivo por lo que hace falta un cambio en la decisión de las candidaturas locales.