Madrid. La revista estadunidense Clarkesworld se vio obligada a cesar la recepción de manuscritos tras registrar cientos de obras creadas por plataformas que utilizan inteligencia artificial (IA), como ChatGPT o ChatSonic.
ChatGPT es un chatbot desarrollado por OpenAI y está entrenado para mantener una conversación en texto. Se basa en el modelo de lenguaje GPT 3.5 y puede ofrecer respuestas naturales, como si estuvieran formuladas por seres humanos, así como generar ideas, enlazarlas y recordar conversaciones anteriores.
Esta plataforma está disponible de forma gratuita y sólo se requiere tener una cuenta en OpenAI para utilizarla. Este detalle preocupa a investigadores de ciberseguridad y a artistas debido a las facilidades que encuentran los ciberdelincuentes para crear campañas maliciosas.
Podrían plagiar y comercializar, dicen
Este chatbot tampoco recibe las mejores críticas de creadores y artistas, que consideran que otros usuarios pueden utilizar esta tecnología para crear obras libres de derechos en las que se plagia su estilo y comercializarlas.
Clarkesworld, que publica relatos de ciencia ficción y fantasía, denunció haber recibido gran número de obras escritas por una inteligencia artificial del estilo de ChatGPT o ChatSonic.
Para ilustrar el aluvión de relatos falsificados que ha recibido, ha compartido un gráfico en el que se puede ver el incremento en la curva de crecimiento de obras que registran plagios o son escritas por bots.
Aunque comenzó en 2019, las prohibiciones empezaron a notarse entre febrero y diciembre de 2020, principalmetne por plagios; fue en junio de ese año el mes en que se tuvieron que prohibir más manuscritos por tratarse de obras ilegítimas.
Con varios picos durante los años 2021 y 2022, los peores meses han sido de octubre en adelante, coincidiendo con la popularidad de herramientas como ChatGPT, cuando lo que han empezado a prohibir son obras generadas por inteligencia artificial.
Se supera la cifra de 500 textos
El punto más alto de recepción de documentos escritos por inteligencia artificial tuvo lugar el 20 de febrero, cuando, del total de manuscritos recopilados en menos de medio día, 10 por ciento eran ilegítimos y no estaban hechos por autores reales. Este mes ya han superado al cifra de 500 obras prohibidas debido a que han sido generadas por una máquina.
Para paliar el problema, Clarkesworld anunció que cerró la recepción de manuscritos, decisión que tomó recientemente, asegurando que “no debería ser difícil adivinar por qué”, según compartió en Twitter.
La editorial aclaró que no ha cerrado la revista, sino consideró dejar de recibir historias de autores, una solución que, por el momento, no tiene fecha de conclusión. En este sentido, es consciente de que “no es una solución al problema” y que, aunque tiene algunas ideas para minimizarlo, “no va a desaparecer”.
“Los detectores no son fiables. ‘Pagar para enviar’ sacrifica demasiados autores legítimos. Los envíos impresos no son confiables para nosotros”, señaló, luego de asegurar que las herramientas que permiten estas comprobaciones “son más caras de lo que las revistas pueden permitirse”.