Tomás Zerón, ex titular de la Agencia de Investigación Criminal acusado de orquestar el encubrimiento de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, probablemente no sea extraditado por Israel, donde reside desde 2019, informó ayer The New York Times, al citar a funcionarios israelíes no identificados.
En 2020, la fiscalía lo acusó formalmente de desaparición forzada, tortura y delitos contra la administración de la justicia, relacionados con el caso. La cancillería pidió su extradición en enero de 2022, pero los funcionarios indicaron que la solicitud está prácticamente muerta, al aludir retrasos y errores del gobierno mexicano.
Zerón declaró a The New York Times en un comunicado que ha hecho amistad “con gente increíble, empezando por cocineros, guías de turistas, artistas, varios emprendedores y simples trabajadores”. Sus conocidos dicen que se ha convertido en habitual en fiestas y restaurantes exclusivos de Tel Aviv, señaló el rotativo en su página web.
Inicialmente, la nación de Medio Oriente detuvo el caso en “represalia por el apoyo de México a que la ONU investigara las denuncias de crímenes de guerra contra palestinos”, indicó un funcionario. Además, no hay acuerdo bilateral de extradición, y aunque legalmente es posible, Israel nunca ha repatriado a nadie a una nación con la que no tenga un convenio, apuntó el diario estadunidense.
A más de un año de la solicitud, Israel “aún no recibe la mayoría de los documentos que pidió al gobierno mexicano”, indicaron dos fuentes.