Un estudio de la agencia científica australiana (CSIRO) prueba que futuros aumentos de la intensidad de El Niño podrían acelerar el deshielo irreversible generalizado de la Antártida.
Los resultados, publicados en Nature Climate Change, utilizan modelos climáticos para mostrar cómo un aumento de la variabilidad de El Niño Oscilación del Sur (ENOS) conduce a un menor calentamiento cerca de la superficie, pero acelera el calentamiento de las aguas oceánicas más profundas.
La ENOS es un factor clave de la variabilidad climática, ya que tanto su fase cálida, El Niño, como su fase más fría, La Niña, influyen en las condiciones meteorológicas de todo el mundo, incluida Australia.
Wenju Cai, autor principal de este estudio y experto mundial en la relación entre el cambio climático y el ENSO, afirmó que la investigación era un paso fundamental para comprender mejor cómo afectará el cambio climático a la Antártida.
"Se espera que el cambio climático aumente la magnitud del ENOS, haciendo que tanto El Niño como La Niña sean más fuertes, afirmó el doctor Cai en un comunicado.
"Esta nueva investigación muestra que El Niño más fuerte puede acelerar el calentamiento de las aguas profundas de la plataforma antártica, haciendo que las plataformas de hielo y las capas de hielo se derritan más rápido".
"Nuestra modelización también reveló que el calentamiento alrededor de los bordes del hielo marino flotante se ralentiza durante este proceso, ralentizando el deshielo del hielo marino cerca de la superficie.
"Los modelos con una mayor variabilidad del ENOS muestran un menor afloramiento de aguas más profundas y cálidas, lo que provoca un calentamiento más lento de la superficie del océano", explicó.
Los vientos asociados en torno a la Antártida son el mecanismo que impulsa este resultado.
Cuando aumenta la variabilidad del ENOS, se frena la intensificación de los vientos del oeste a lo largo de la plataforma. Como resultado, el afloramiento de agua caliente alrededor de la Antártida no puede aumentar tanto.
El equipo de investigadores examinó 31 modelos climáticos que participaron en la Fase 6 del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados (CMIP6) bajo forzamientos históricos y un escenario de altas emisiones.
Ariaan Purich, coautora del estudio Securing Antarctica s Environmental Future; de la Universidad de Monash, afirma que los efectos del aumento de la variabilidad del ENOS van más allá de los riesgos meteorológicos extremos y afectan a los cambios en el hielo marino antártico y en las plataformas y capas de hielo.
"Esto podría tener amplias implicaciones para el sistema climático mundial, por lo que seguir entendiendo cómo responderá ENSO al cambio climático es un área crítica de la investigación climática", dijo la doctora Purich.
"Aún nos queda mucho por comprender sobre los procesos que influyen en las temperaturas de las plataformas, y este hallazgo es una pieza importante del rompecabezas", añadió.