Abrir sus puertas a quienes eran golpeados por personal de la alcaldía Cuauhtémoc para impedir a un sonidero instalarse en la alameda de Santa María la Ribera provocó que el centro social y librería Volcana fuera objeto de una inspección por personal del Instituto de Verificación Administrativa (Invea).
Gizella Garciarena, representante legal de Bajo Tierra AC, señaló que aun cuando las verificadoras les dijeron que “fue por recorrido que nos eligieron, pensamos que es una consecuencia de lo ocurrido el domingo pasado afuera de la librería”.
Unos músicos organizaban un sonidero para que “los viejitos del barrio pudieran bailar, como se hace ese día desde hace 12 años, cuando llegaron personas vestidas de civil, no sé cómo decir si orangutanes o grandotes, y empezaron a golpear a los vecinos”, relató.
Las puertas de la librería, dijo, se abrieron para proteger a “vecinos, niños, mujeres y a los músicos que estaban siendo golpeados, cosa que vamos a seguir haciendo siempre que un hecho así se presente, porque somos un espacio autónomo y totalmente apartidario”.
Dicha medida se aplicó frente “a una cerrazón y un acto represivo; no hay nada ilegal en lo que se hizo”; sin embargo, menos de una hora y media después de los hechos se colocó la notificación en la librería, ubicada en la calle Manuel Carpio 117, señaló Laura Osuna.
La abogada y la representante legal del centro, cuya figura jurídica es Bajo Tierra AC, coincidieron en señalar que la inspección, la segunda en 17 meses que lleva funcionando la librería, “está relacionada con la agresión de personal de la alcaldía a vecinos”.
De acuerdo con las verificadoras, “el Invea venía pasando en domingo a esas horas –13:08–, como usualmente lo hace, y Volcana fue elegida para realizar esta verificación, que se da de manera tranquila y quedó asentado en actas que está en regla”, explicó Osuna.
Señaló que sólo encontraron detalles de señalización y la falta de un protocolo, por lo que le otorgaron 10 días hábiles para subsanarlos y notificar a la alcaldía que los solucionamos, por lo que determinaron que no hay un peligro inminente que amerite la suspensión de actividades o clausura del lugar.
Las verificadoras “nos dijeron que ellas eran imparciales tanto del gobierno central como de la alcaldía, y nos dieron a entender varias veces que hay un contexto, sin mencionar cuál, pero que es difícil”, agregó.
Por ello, puntualizó Garciarena, “queremos deslindarnos de esa pugna política entre el gobierno central y la alcaldía Cuauhtémoc, pero dejar en claro que cuando se registre un hecho como el del domingo contra personas vulnerables, siempre apoyaremos a éstas”.