La complejidad del fenómeno migratorio y el elevado número de solicitudes de refugio registradas en México, implican enormes dificultades operativas a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), expuso Andrés Ramírez, coordinador de general de esa instancia. Avizora que el año en curso no pinta bien, “porque en enero pasado se triplicó la cantidad de solicitudes, en comparación con el enero más grande en la historia, que fue el de 2021. Si los números continúan así, vamos a rebasar el número histórico, y eso nos podría poner una situación más difícil. No podemos adelantar vísperas”.
En entrevista, Andrés Ramírez aclaró no se endurecerá la política de protección a refugiados. Tenemos que velar por el asilo, pero vamos a desestimular los abusos que se presentan en el complejo fenómeno, indicó, pues se ha detectado que se le usa como salvoconducto para transitar a Estados Unidos.
En comparación con el número de personas que llegaron en el sexenio pasado, lo que sucede ahora supera por mucho lo entonces registrado. En 2018 llegaron 29 mil 700 que solicitaron refugio, en la presente administración, en el año que hubo menos solicitantes en 2020 –en pandemia y cuando se cerraron fronteras–, llegaron 41 mil.
Después, subraya, “en 2021 llegamos a 130 mil, y en el año pasado llegamos a 119 mil. La oficina por tanto se ve con grandes dificultades, porque las cantidades son enormes, y con una capacidad operativa limitada. Tenemos apoyo, pero sigue siendo insuficiente, porque si los números siguen siendo elevados, esta es una situación compleja”.
El funcionario insiste en salvaguardar el sistema de asilo, pues si se resquebraja, no se estará en condición de ayudar a las personas. “Para poder hacer eso, tenemos que dar acceso a todo el mundo; no vamos a endurecer nada, pero vamos a tratar de desestimular el abuso de personas que no vienen con necesidad de protección internacional, y que vienen simplemente con el objeto de transitar hacia el norte del país.
“Es una dificultad que estamos teniendo, no sólo la capacidad operativa, no sólo el número de personas, sino que también el abuso de quienes no quieren el refugio, sino simplemente utilizar el documento de la Comar como una especie de salvoconducto para viajar al norte.”
–¿Cómo desestimular?
–Desestimular a quienes abusan del sistema. Estamos abiertos a quien quiera que venga a la Comar. Pero quienes abusan del sistema, y sabemos que lo están haciendo porque vienen, solicitan y se van, no se quedan con nosotros, queremos desestimular eso, porque le quitan oportunidad a quien genuinamente viene a solicitar ser refugiado. Hemos estado trabajando con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, para acelerar el procedimiento de la gente de aquellas nacionalidades que claramente demuestran las cifras que no tienen ningún interés en la protección, sino que están tratando de irse hacia el norte, y agilizar los trámites de estas personas, porque si el resultado es negativo. Eso desestimular.
Andrés Ramírez explica que la condición de refugiado no se otorga, se reconoce. Y de ahí pasa a considerar una problemática compleja, pues en 2021 llegó una cantidad enorme de haitianos a Tapachula, Chiapas. “Ese año solicitaron 130 mil la condición de refugiado, que es récord histórico, y lo que nos puso al borde del colapso, es que la gran cantidad que llegó de junio a noviembre. En 2022 hemos tenido una situación complicada, pero más dispersa a lo largo del año, no concentrado en Tapachula, se desvaneció un poco más, y sí tuvo un impacto en la Ciudad de México. Vamos a ver este año, que no pinta nada bien, porque justo en enero resulta que el número triplica al enero que tuvimos más grande en la historia, que fue el de 2021.”
Así, explica Andrés Ramírez, se presenta una capacidad operativa limitada: esto a veces no se entiende, la Comar es como cualquier organismo, si de repente sube la demanda tremendamente y la capacidad de la Comar se mantiene igual, no nos damos abasto. Requeriríamos un fortalecimiento en correspondencia con el crecimiento exponencial de las personas que lleguen. El presupuesto que nos aprueba el PEF año con año no ha sido muy generoso, es insuficiente, necesitaríamos un apoyo mayor en el PEF para tener más rapidez y suficiencia.